GUADALAJARA.- El canotaje (con tres medallas), el yudo y el atletismo (con una cada uno) fueron las disciplinas que aportaron ayer para acrecentar la cosecha argentina en el medallero de los Juegos Panamericanos. Por su lado, el esquí náutico sumó una presea, por un caso de doping (ver aparte).

Daniel Dal-Bó, ganador de la medalla plateada en K1 1.000 metros en canotaje, fue una de las figuras del día. En tanto, Pablo De Torres y Roberto Geringer (K2 1.000) y Alexandra Keresztesi (K1 500) treparon al último escalón del podio, en la especialidad.

Para todos, conseguir preseas tuvo un sabor especial. Es que los integrantes del equipo llegaron a México antes de que comenzaran los Panamericanos para adaptarse a la altura, pero sus botes de entrenamiento aparecieron una semana más tarde y muchos de ellos rotos. Por eso tuvieron que usar los kayaks de competencia comprados en Europa para practicar por turnos, ya que sólo había seis botes y 14 deportistas.

El yudoca Alejandro Clara ganó plata en la categoría de menos de 73 kilos. El representante de la Federación Metropolitana cayó en la final con el brasileño Bruno Silva, que se impuso por ippon.

Lo de Toledo también tuvo su mérito: el atleta de 18 años registró 79.53 metros en su segundo intento en lanzamiento de jabalina. Consiguió así el récord argentino en la especialidad, el tercer puesto y el pasaje a los Juegos Olímpicos de Londres. (Especial)