A simple viste, el agua contenida en un recipiente de vidrio parece pura y sin manchas. Pero, ampliada por la lente del microscopio, deja ver un mundo secreto habitado por una gran variedad de organismos que se mueven, interactúan y hasta posan ante los ojos de Ignacio, un estudiante de 16 años, que no puede salir de su asombro. "¿Esto hay en el río?", se preguntó. "No tomo más agua", agregó mientras sus compañeros se agrupaban a su alrededor para ver con sus propios ojos aquello que asombraba a Ignacio.

Esta es sólo una de las atracciones que ofrece la muestra "La ciencia en el mar y en el agua dulce", que fue inaugurada ayer en los salones de la Federación Económica de Tucumán (FET) y que estará abierta al público hasta el sábado.

Organizada por el Conicet, la exhibición es una suerte de recorrido por la biodiversidad que encierra no sólo el mar, sino también otros sistemas acuáticos continentales como los ríos, los lagos y las lagunas. Así, distribuidos por todo el salón, se muestran desde focas y aves embalsamadas, hasta fósiles y microorganismos que pueden encontrarse en distintos sectores del país, incluyendo la Antártida.

"Esta muestra abrió el año pasado, en la fragata Sarmiento, que está anclada en Puerto Madero (Buenos Aires). Para realizarla el área de Comunicación Audiovisual del Conicet desarrolló unos documentales que se filmaron en la Patagonia y que luego se unieron a algunos ejemplares del Museo de Ciencias Naturales. Incluso incorporamos un cráneo de ballena que encontramos en Puerto Madryn y que ahora está en Tecnópolis", señaló Ignacio Duelo, director de Comunicaciones del Conicet.

La muestra, que es itinerante, ya fue exhibida en otras provincias argentinas y el sábado seguirá su derrotero por Bahía Blanca y Bariloche. "En cada una de las provincias se le adiciona el condimento local. En el caso de Córdoba, se expuso sobre la biodiversidad de la laguna de Mar Chiquita. Y, en Tucumán, se verá muestras e investigaciones vinculadas a los ríos", agregó.

Ciencia palpable

La intención de la muestra es, según Duelo, que genere vocaciones. "Queremos mostrar a los estudiantes que la ciencia no se hace sólo en laboratorios. También se hace al aire libre. Investigar es una aventura que tiene mucho color y que obliga a estar en contacto permanente con la naturaleza", advirtió.

El mensaje parece haber sido captado a la perfección por los alumnos de distintos colegios que ayer participaron activamente de la muestra. "Me asombró sobre todo el mensaje que nos deja: que los sistemas acuáticos son un bien social y su preservación es una obligación", declaró Ramiro Noriega, de 15 años.

Los fósiles y los animales embalsamados acapararon la atención de las chicas. "Es la primera vez que veo una foca tan cerca", dijo María de los Ángeles mientras intentaba acariciar al mamífero que mostraba sus fauces desde una tarima.

Los adultos también disfrutaron de la muestra. "El documental fue realmente impresionante. Asombra la calidad con la que está hecho. Parece un documental del Discovery Channel", declaró Emilio Beltrán, de 45 años.

Durante la muestra también se analizan temas como la relación del hombre con la flora y la fauna, las riquezas naturales de las lagunas de alta montaña, el descubrimiento de la evidencia de vida más antigua sobre la Tierra, la contaminación del agua y sus consecuencias, el agua como recurso energético y renovable y la historia de los ingenios azucareros. "Es una excelente oportunidad para que los chicos descubran las riquezas de nuestros recursos acuíferos y se sientan seducidos por la investigación", concluyó Duelo.