BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández, retomó ayer a la tarde su actividad oficial, luego de dos días de reposo por el cuadro de baja presión que sufrió, al encabezar un acto en el partido bonaerense de Florencio Varela. Estuvo acompañada por el gobernador Daniel Scioli y el intendente Julio Pereyra. En ese distrito inauguró una fábrica metalúrgica que producirá molinos eólicos y destacó "el cambio de época" que comenzó "con Néstor Kirchner en 2003". Al recordar a su esposo, de cuyo deceso se cumplirá un año el 27 del corriente, la jefa de Estado habló con la voz entrecortada y con un marcado tono de emoción.

"Todo esto que hemos hecho no lo hizo sólo un Gobierno; hemos sido acompañados por un pueblo que finalmente entendió que estábamos en el camino adecuado para crecer", sostuvo la mandataria en la ceremonia realizada en la fábrica metalúrgica Calviño. Y agregó: "la sociedad nos ha dado el mandato popular para que la Argentina siga creciendo".

Durante su discurso, la Cristina evitó pronunciarse sobre los presuntos ataques terroristas que los EEUU detuvieron y que tenían objetivos en Buenos Aires, entre otras ciudades del mundo, y tampoco habló sobre las polémicas declaraciones de Tabaré Vázquez sobre un potencial conflicto bélico entre Argentina y Uruguay.

La veda electoral

La Presidenta sostuvo que "ha sido tanto, tanto, lo que nos metieron en la cabeza, que se necesitó tiempo para desmantelar ese poderoso andamiaje que destruyó la esperanza de la Argentina". Construimos un modelo económico, político, social y cultural que busca dar oportunidades", agregó. la mandataria. El acto fue trasmitido por un canal privado de televisión y violó la ley que establece que el Poder Ejecutivo Nacional no puede inaugurar obras o anunciar proyectos tendientes a captar votos, consignó Perfil.com (NA-especial)