BUENOS AIRES.- Una tía de Candela Rodríguez declaró ayer al mediodía en la fiscalía de Morón y reconoció que el frasquito de esmalte que fue hallado en la casa de la suegra del principal implicado en el caso, Hugo Bermúdez, pertenecía a su sobrina.
El abogado de la familia de la víctima, Fernando Burlando, informó que la declaración de Betiana Labrador se centró en el frasquito que el lunes también fue reconocido por la madre de Candela, Carola Labrador, como perteneciente a la niña.
"Acercamos el testimonio de Betiana porque ella sabe qué esmalte de uñas llevaba Candela consigo", adelantó Burlando. El frasquito es un elemento que compromete aún más a Bermúdez, señalado como el autor material del crimen de Candela, ya que fue hallado semicalcinado junto a restos de lo que aparenta ser ropa quemada en la casa de la suegra del imputado.
Los investigadores creen que en ese domicilio pudieron haber preparado el cadáver de Candela antes de que el 31 de agosto fuera abandonado dentro de bolsas de consorcio a tan sólo cuatro cuadras, en el cruce de esa calle y el Acceso Oeste.
Si bien Bermúdez decía que no había ido a ese domicilio, los peritos de la Policía Científica detectaron su ADN en una silla y en un atizador de madera encontrado junto a las cenizas y restos de la fogata donde se presume que fueron quemadas las ropas.
Además de Bermúdez, por el caso hay otras seis personas detenidas cuya situación procesal el fiscal Marcelo Tavolaro deberá definir mañana, cuando se le vence el plazo para pedir sus prisiones preventivas. Candela fue hallada asesinada tras permanecer desaparecida desde el 22 de agosto, cuando salió de su casa. Según la autopsia, fue asfixiada.
Por su parte, el abogado de Bermúdez aseguró que su cliente es inocente y que se lo vinculó al hecho porque concurría a la casa donde se cree que la niña estuvo secuestrada, ya que allí funcionaba un prostíbulo.
El defensor José Luis Ferrari reconoció que en el celular de su cliente hay un video sexual con la dueña de la vivienda, Gladys Cabrera, también detenida, pero que no tiene relación con el crimen. "A lo largo del tiempo se van a ir develando circunstancias de la vida privada de las personas que van a demostrar o no la participación de cada una con el homicidio", evaluó Ferrari. (Télam)
El abogado de la familia de la víctima, Fernando Burlando, informó que la declaración de Betiana Labrador se centró en el frasquito que el lunes también fue reconocido por la madre de Candela, Carola Labrador, como perteneciente a la niña.
"Acercamos el testimonio de Betiana porque ella sabe qué esmalte de uñas llevaba Candela consigo", adelantó Burlando. El frasquito es un elemento que compromete aún más a Bermúdez, señalado como el autor material del crimen de Candela, ya que fue hallado semicalcinado junto a restos de lo que aparenta ser ropa quemada en la casa de la suegra del imputado.
Los investigadores creen que en ese domicilio pudieron haber preparado el cadáver de Candela antes de que el 31 de agosto fuera abandonado dentro de bolsas de consorcio a tan sólo cuatro cuadras, en el cruce de esa calle y el Acceso Oeste.
Si bien Bermúdez decía que no había ido a ese domicilio, los peritos de la Policía Científica detectaron su ADN en una silla y en un atizador de madera encontrado junto a las cenizas y restos de la fogata donde se presume que fueron quemadas las ropas.
Además de Bermúdez, por el caso hay otras seis personas detenidas cuya situación procesal el fiscal Marcelo Tavolaro deberá definir mañana, cuando se le vence el plazo para pedir sus prisiones preventivas. Candela fue hallada asesinada tras permanecer desaparecida desde el 22 de agosto, cuando salió de su casa. Según la autopsia, fue asfixiada.
Por su parte, el abogado de Bermúdez aseguró que su cliente es inocente y que se lo vinculó al hecho porque concurría a la casa donde se cree que la niña estuvo secuestrada, ya que allí funcionaba un prostíbulo.
El defensor José Luis Ferrari reconoció que en el celular de su cliente hay un video sexual con la dueña de la vivienda, Gladys Cabrera, también detenida, pero que no tiene relación con el crimen. "A lo largo del tiempo se van a ir develando circunstancias de la vida privada de las personas que van a demostrar o no la participación de cada una con el homicidio", evaluó Ferrari. (Télam)