Alejandro Pérez recibió dos legados de su padre, Gerónimo. El primero fue su apodo, "El Pato"; el segundo, una whiskería llamada "Las Vampiras", que fue edificada hace ya mucho tiempo en la entrada de su finca. En ese desolado paraje de Piquillín, Córdoba, las prostitutas cuentan que fue asesinada y enterrada María de los Ángeles Verón, la joven tucumana raptada en 2002 por una red de trata de personas. Desde hace unos cuatro años, Pérez explota el local, y admite que por allí pasaron varias mujeres. "Todas por su voluntad", aclara el cordobés, de 38 años. Sin embargo, sostiene que jamás vio a "Marita" por estas tierras y que nunca había escuchado su nombre hasta ahora. "Estoy con miedo de que me vaya a arrastrar todo esto. Antes de hacerme cargo del negocio, se lo alquilé al 'Viejo', Ricardo Martínez. Dios no quiera que él haya hecho macanas", dice Pérez, el proxeneta arrepentido, en diálogo con LA GACETA.

- ¿En qué año comienza a funcionar "Las Vampiras"?

- Al local lo abrió un señor de Monte Cristo, de apellido Mercante. No recuerdo el año. Pero, a ver, yo estoy desde hace cuatro; Martínez, los cinco anteriores. Bonaldi lo trabajó por lo menos tres o cuatro años más. Y Mercante lo tuvo por lo menos tres más. Digamos que el negocio tiene unos 20 años. Ha cambiado de nombre en este tiempo; ya ni me acuerdo cómo era al principio.

- ¿Siempre tuvo el mismo fin?

- Sí, desde esos años ya era así. En aquel tiempo estaba el salón principal, más las dos piezas y la casa vieja que está al costado. Después, yo hice una ampliación atrás; un saloncito con cuatro piezas más, porque la construcción era muy chica.

- Usted cuenta que no siempre estuvo al frente del negocio...

- Alquilamos varias veces el local, y siempre nos lo entregaban destruido. Yo trabajaba en el campo con mi papá, cosechando maíz y criando chanchos y ovejas, como ustedes pueden ver. Un día me dije que era una injusticia que otros hicieran tanto dinero con lo mío, como pasó con "El Viejo". Se lo alquilé en los años en que deducen que pudo haber pasado esto (el crimen de "Marita"). Y con la plata que hizo con "Las Vampiras" construyó esa mansión al lado (la whiskería "El Motel"). Traía de a 10 y 15 chicas desde Santiago del Estero...

- ¿Desde Tucumán también?

- No sé eso, pero la mayoría era de Santiago. Incluso, la primera chica que llegó era de esa provincia, y después se juntaron. Al final, le metió una patada en el traste y se juntó con otra mujer, con la que estuvo hasta hace días.

- ¿Escuchó el relato sobre la mujer a la que mataron de un disparo porque quiso escapar?

- No, nunca. Incluso, cuando fueron los allanamientos de la otra noche, pensé que me estaban por hacer un control. Pero después, cuando vi semejante despliegue, me di cuenta de que no era un juguete lo que estaba pasando. La versión es pesada, y puede ser que "El Viejo" haya hecho eso. También puede que no.

- ¿Usted lo conoce mucho a ese señor?

- Es un hombre muy prepotente, que quiere llevarse todo por delante. Se sentía que las chicas protestaban porque no le pagaban; siempre había gente con él: un yerno, un hijo que siempre andaba con un revólver. Una vez le hizo un tiro a un cliente del local y la Policía le quitó el arma. Ahora Martínez está en la lona. Anda muy mal. Pero había llegado a construir al lado un local para nivel alto.

- ¿Las mujeres permanecían mucho tiempo en las whiskerías?

- No sé cómo eran los contratos que haría él; había algunas que duraban mucho tiempo. Otras se iban. A casi todas las jodía con la plata.

- ¿Ellas podían moverse con libertad?

- Sí, algunas. Otras no salían porque no querían. Pero yo no sé mucho del manejo interno. Él era muy estricto. Sí hay muchas chicas que se quedaron a vivir en esta zona, que se juntaron con hombres de acá cerca.

Pérez está preocupado. Accede a hablar con nuestro diario porque hay muchas versiones dando vueltas, y ninguna lo favorece. Para peor, no es la primera vez que tiene problemas: hace un año y medio fue detenido, pues se lo acusó de explotar sexualmente a una menor en "Las Vampiras".

- ¿Qué ocurrió en esa oportunidad?

- Yo tomaba contacto con las mujeres poniendo avisos en los diarios. Una vez viajé a Santa Fe para publicar uno, en el que pedía una chica mayor de 21 años para whiskería. Ahí me llamó una chica. Yo siempre les explico: "mirá que este trabajo es para que tomés copas con hombres". Algunas desisten, pero otras te dicen que ya tienen experiencia. A esta chica le dije que trajera el DNI si quería venir, como a todas. Ella llegó, me lo entregó y me dijo que tenía 21 años. Estuvo unos tres días, y como era el Día del Padre, se fue a su casa y me dejó el documento para que le hiciera la libreta de sanidad. Ese lunes ella estaba regresando acá y se ve que la agarró la Policía Caminera; le empezaron a hacer preguntas y ella comenzó a decir mentiras: que era cordobesa, que venía a visitar a la hermana. Y los policías se dieron cuenta. Ese miércoles me hicieron un allanamiento y encontraron el DNI. Y me dijeron: "la buscamos a ella, ¿no sabías que es menor?" A mí se me nubló todo. Estuve 10 meses preso en la cárcel, hasta que los jueces me dictaron la falta de mérito. El abogado me costó caro, pero la libertad no tiene precio. Y ahora me viene a pasar esto...

- Sin embargo, usted siguió con la whiskería...

- Por mis nenes, por el tema de la manutención. Pero ya no más. Ahora si tengo que vender discos compactos lo voy a hacer, trabajaré con mi campo... ahora con esto se acabó. Al otro problema, bueno, se me había ocasionado a mí; pero esto ya vino de arriba.

- El otro día rescataron una mujer paraguaya de su local...

- Sí, ella había estado trabajando en el negocio del lado, pero después se fue con un hermano a La Falda. Luego, por medio de unos clientes, consiguió mi teléfono y me contactó. Yo no estaba abriendo últimamente; a veces trabajábamos con dos chicas de Córdoba, que venían los fines de semana, pero por ahí fallaban. Esta chica paraguaya me dijo que aquí tenía muchos clientes, y yo acepté.

- ¿De dónde son los clientes?

- De la zona, generalmente. Puede pasar algún camionero, pero no tantos. Algunos vienen y no pasan; se sienten mal y sólo quieren tomar una copa con las chicas, plantearles sus problemas. Las usan casi como de psicólogas, je. Pero hay otras casas en las que las obligan... ustedes ya saben.

- ¿Cree que pueda ser cierto que una chica haya sido asesinada en "Las Vampiras"?

- Y, te puede dar sorpresas Martínez. Puede ser, pero puede ser que no. Dios quiera que no sea. La vi en televisión a la madre de la chica (Susana Trimarco), y la escuché diciendo que había autos que la quisieron atropellar en Tucumán. Y me pareció raro, porque tanto poder Martínez no tenía como para mandar a hacer eso. Yo pienso que era gente de esa provincia.

- Y usted, en este tiempo, ¿escuchó algo sobre Tucumán?

- Sí, bueno, se mencionaba hace muchos años a "La Chancha" Ale, que decían que era un tipo mafioso. Pero no me consta. Comentaban que secuestraba chicas, y que las que no le hacían caso... Eso era cuando al local lo tenía Martínez. Los clientes decían que era un cabecilla muy respetado. Pero mucho más no sé...

- Sin embargo, a "Marita" Verón no la conoce...

- No, jamás había escuchado hablar de ella hasta ahora.