CORDOBA.- A primera hora de hoy se reanudaron, por tercer día consecutivo, las tareas de rastrillaje en los alrededores de las whiskerías "Las vampiras" y "El motel", de Piquillín, en Córdoba, para dar con los restos de María de los Angeles "Marita" Verón, secuestrada en Tucumán hace nueve años.

La Policía recibió el dato de que podría haber más de un cuerpo enterrado allí. "Esto podría ser un verdadero cementerio de mujeres que eran obligadas a prostiturse", dijo un investigador. Por ello un enorme grupo está rastrillando los alrededores de las whiskerías con un georradar, una excavadora y perros.

Se cree que podría encontrarse el cuerpo de la "Tucumanita", que según un relato fue asesinada cuando intentaba escapar del calvario. "Tengo mucho dolor. De todas formas, tengo que sacar fuerzas de donde no tengo", dijo Susana Trimarco, la madre de "Marita", y rompió en llanto.

En estas tierras, los investigadores no esconden las dudas. Pero tampoco las certezas, como la convicción de que al menos una mujer reducida a servidumbre haya sido asesinada en el prostíbulo investigado.

No es casual que "Las Vampiras" haya sido allanado en 2010, y allí se descubrió un elemento que demostraría que el local contaba con algún tipo de protección policial: se halló un libro de actas otorgado por la Policía.

Sucede que el relato de la testigo que llevó las pesquisas hacia ese local es creíble, aún cuando nunca estuvo allí. Se trata de la suegra de una prostituta que estuvo allí y que murió en 2008. Pero la descripción del terreno y de la whiskería es exacta: el aljibe, los pozos, los apodos de los dueños...

La cantidad de datos corroborables en el relato da certezas, admiten. Incluso, sostienen que si no se encontrara ningún cuerpo en el lugar, ello ni implicaría que no haya habido un crimen. Pero si encuentran restos, habrá que esperar para saber si quien estaba enterrada allí era "Marita" u otra víctima de las redes de trata de personas.

Entre el mito y la realidad, los investigadores creen que podrían encontrar más de un cuerpo sepultado allí. Es lo que se comenta en las cercanías y en el ambiente de la prostitución, donde aparentemente los propietarios del local son conocidos por su violencia.

Para acelerar la búsqueda, esta mañana las excavaciones empezaron con dos palas mecánicas (ayer se usó sólo una). LA GACETA ©