Bajo el sol que hace arder Piquillín, Susana Trimarco observa cómo una pala mecánica se incrusta en el patio de tierra de la whiskería "Las Vampiras". Todo el mundo la conoce por su temple de acero; sin embargo, la mujer no puede evitar sentir miedo y angustia cada vez que la máquina remueve el árido suelo de este paraje cordobés. Trimarco lo sabe: si las historias que contaban las prostitutas del lugar son ciertas, ahora está parada a sólo metros del lugar en el que un proxeneta habría asesinado y enterrado a su hija, María de los Angeles Verón, quien fue secuestrada hace nueve años por una red de trata de personas.

¿Pero cómo llegó "Marita" aquí? Trimarco también se hizo la pregunta.

Y afirma que recibió datos que podrían conducir a la respuesta. "Hay dos personas, cuyo nombres me parece que es mejor no darlos, que están vinculadas dentro de la causa de mi hija en Tucumán. Y están relacionadas con esta línea de investigación", contó.

Casi sin movimiento

Prácticamente no hay vecinos cerca de "Las Vampiras" y "El Motel", las whiskerías donde excavan los expertos cordobeses. Los locales parecen haber sido situados estratégicamente en una zona desolada, a la vera de la ruta 19, unos 35 kilómetros al este de la ciudad de Córdoba.

"Aquí no hay dónde pedir socorro", dice la dueña de una despensa ubicada a unos 100 metros de los predios. Pero la mujer prefiere no opinar sobre la vida nocturna de los locales.

Don Rubí tiene 80 años, y es otro de los pocos residentes del lugar. Y cuenta que, tiempo atrás, las whiskerías eran más concurridas. "Ya cesó casi todo el movimiento. Debe ser que ya no hacen tanta guita. No se ve chicas trabajando; esto está muerto", afirma.

En un horno de barro

Los investigadores llegaron estas whiskerías gracias al relato que dejó una prostituta santiagueña pocos meses antes de morir. En 2008, la joven le narró a su suegra que en uno de esos prostíbulos se hablaba de la historia de "La tucumanita": una chica que intentó huir, pero fue ultimada de un disparo por la espalda por el encargado del local.

Luego, según estos dichos, la muchacha fue quemada en un horno de barro y enterrada en el patio. La víctima sería "Marita" Verón.

Hace tres meses, la mujer le contó a la Policía de su provincia lo que había relatado su nuera. Los datos fueron constatados por los investigadores; casi todos coincidían. Incluso, en uno de los predios hallaron varios pozos ciegos y un horno de barro. "Todo responde a versiones que hay en la causa, en la que manejamos distintas hipótesis. Lo que investigamos concretamente es un posible homicidio", dijo la fiscal Eve Flores, a cargo de la pesquisa.

La única forma de corroborar la veracidad del relato aportado por la suegra de la prostituta santiagueña es rastrillando todo el lugar. Para eso, los investigadores cuentan con diferentes recursos. Primero, personal de Equipo Argentino de Antropología Forense recorre los predios con un georradar, que permite detectar si el suelo fue removido alguna vez y si hay algún objeto extraño bajo tierra, hasta una profundidad 2,5 metros. Luego, un operario trabaja en determinadas zonas con una pala mecánica. Finalmente, para los sectores en los que el georradar no funciona correctamente (por ejemplo, en un basural), se acude al olfato de los perros adiestrados para hallar cadáveres.

Paralelamente, los investigadores van recibiendo varios datos que orientan la búsqueda. Un policía ya inspeccionó un aljibe, que tiene unos 40 metros de profundidad. Solamente había agua. También recorrieron con los perros las propiedades que están al otro lado de la ruta, cerca de unas vías, donde hay unas cosechas de maíz. No encontraron nada. Aún no terminaron de revisar todos los pozos ciegos que hay en el predio.

¿Varios cuerpos?

En las últimas horas, la Policía cordobesa recibió un dato que tomaron con mucha seriedad. Un hombre que dijo haber prestado servicios como jardinero en uno de los predios aseguró que el propietario le había prohibido trabajar cerca de los inmuebles.

Los puntos considerados clave quedaron marcados con banderines blancos. Hoy, los expertos comenzarán a excavar allí. En cualquiera de esos puntos podría estar "Marita" Verón. Pero, según las últimas versiones, no se descarta que allí encuentren más de un cuerpo. "Esto podría ser un verdadero cementerio de mujeres que eran obligadas a prostituirse", comentó un investigador.

u escaneando la tierra.- El georradar con el que están buscando el cuerpo de "Marita" Verón fue provisto por el Ministerio del Interior, y solamente hay uno de esas características en el país. Trabaja con ondas electromagnéticas, que rebotan en el subsuelo y así se van configurando imágenes que el operador debe interpretar. No permite distiguinguir qué hay bajo tierra.

u dos armas secuestradas.- El martes, la Policía secuestró dos armas de fuego en una de las propiedades allanadas. La Justicia inició una causa penal en contra del dueño del lugar, ya que no tenía registro sobre el revólver y la pistola hallados. Sin embargo, este expediente se tramita de forma paralela al del posible homicidio.

u UNA MUJER RESCATADA.- Cuando se concretaron los primeros operativos, se rescató una mujer oriunda de Paraguay que, al parecer, estaba ejerciendo la prostitución en uno de los locales. Los investigadores le tomaron declaración, y al menos por ahora descartaron que haya estado contra su voluntad. "No hay datos concretos de que estemos frente a un caso de trata de personas; de otra forma, hubiéramos dado trámite a la Justicia Federal", dijo la fiscala Eve Flores.

u 100 investigadores.- Las jornadas de trabajo en Piquillín son largas y calurosas. Ayer, los casi 100 policías, gendarmes y funcionarios judiciales que trabajaban en el lugar apenas se detuvieron para almorazar. Al parecer, las tareas se extenderán al menos hasta el sábado.