Proveniente de una familia dedicada a la ciencia, Szent-Gyorgyi siguió los pasos de su madre y su hermana, hasta que llegó un momento crucial en la historia de la humanidad y la de su vida personal, la Primera Guerra Mundial. Fue citado para la misma como médico, lo que lo obligó a interrumpir sus estudios. Pero al poco tiempo, tomó la decisión de pegarse un tiro en el pie, para ser enviado de regreso a casa.
En 1927, obtuvo en Cambridge el doctorado gracias a su investigación sobre el aislamiento del “ácido hexurónico”, lo que hoy conocemos como vitamina C.
Luego, en ocasión de la Segunda Guerra Mundial, tuvo una participación mucho más activa defendiendo los intereses de su país natal. A lo largo de la contienda bélica, Szent-Gyorgyi ofició como enlace en negociaciones secretas de los países aliados. Incluso llegó a tener una orden de detención dictada por el propio Adolf Hittler.
Sin embargo, logró escapar de la GESTAPO y se mantuvo escondido durante dos años. Concluido el histórico enfrentamiento, recuperó su puesto e inició su participación activa en la vida política de su país.
Creó el Laboratorio de Bioquímica de la Universidad de Budapest y volvió a poner en funcionamiento la Academia de Ciencias de Hungría.
En 1955, descontento con el gobierno, emigró a Estados Unidos. Se instaló en la ciudad de Massachussets, donde creó su propio laboratorio e inició una serie de investigaciones sobre el cáncer. Falleció el 22 de octubre de 1986.
El buscador ya nos tiene acostumbrados a cambiar su apariencia para brindar homenajes a determinados personajes. Entre los más recordados de este año se encuentran el dedicado a Gregor Mendel, el realizado por el nacimiento de Freddie Mercury, que incluía una animación y el que estuvo destinado a Les Paul, que incluía una guitarra interactiva.(Especial)