No se trata del fenómeno de la "plata dulce" de la Convertibilidad. Ni la Argentina tiene las mismas condiciones que en la década de 1990 cuando era más fácil irse al exterior a darse algunos gustos. Pero el escenario de crisis financiera que hay en las economías desarrolladas alentó un proceso que, por ahora, resulta incipiente: los argentinos vuelven a elegir a Miami como destino de sus compras. Y hasta se dan alguna que otra escapada por la Europa en crisis.

A diferencia de otros momentos económico, los expertos observan que esta conducta de consumo actual está focalizada a un segmento de la sociedad argentina que ganó durante la gestión Kirchner: los que producen materia prima. Algunos consideran que el dólar se ha convertido en un activo barato para las economías emergentes, como la nuestra, que está pasando el duro momento global sin grandes contratiempos. Países como Estados Unidos están necesitando -hoy más que siempre- sostener el nivel de consumo y alientan políticas de liquidación.

¿Por qué los argentinos van de shopping a Miami, Roma o Madrid, por mencionar algunos puntos estratégicos del consumo turístico? Los especialistas consultados por LA GACETA consideran que hay ciertas oportunidades, en precios relativos, que hacen pensar que hay mejores precios en determinados artículos que hoy no se consiguen en la Argentina. Y relacionan esta situación a una política que la gestión de la presidenta Cristina Fernández ha enfatizado durante los últimos días: la vigencia de las trabas a las importaciones de productos que, antes se ofrecían en cualquier góndola.

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Sucede que, debido a los controles oficiales, se ha restringido el manejo de dólares a tal punto que hoy resulta difícil conseguir divisas estadounidenses en el mercado formal a precios de pizarra. De allí el crecimiento del denominado sistema "blue" o contado con liqui que es un poco más caro.

De una u otra forma, irse al exterior puede resultar conveniente en la medida que se mantenga la situación actual, con países desarrollados que buscan tentar, con sus ofertas, a los consumidores de las incipientes naciones emergentes.