Subterráneo, silenciado porque se trata del oficialismo, dentro del mundillo que en las primarias del 14 de agosto se presentará bajo el rótulo de Frente para La Victoria, se escuchan infinidad de quejas respecto a las demoras en la impresión de las boletas que deberán utilizarse el día de la elección del domingo 14.
Básicamente, es un reclamo de los dirigentes del PJ del Conurbano, la mayoría alineada con el kirchnerismo aún cuando lo hagan a regañadientes, que vienen de muchos años de trabajar con otra lógica, mucho más pragmática para algunos, mucho más punteril para otros. Entre los caciques del Conurbano, que arrastran heridas desde el día de cierre de las listas de candidatos, existe bastante malestar por la demora que mostró el nuevo sistema electoral para asegurarles la presencia física de las boletas en sus respectivos distritos. Recién el lunes empezaron a llegar las papeletas a las diversas ciudades del Conurbano, la mayoría en manos de administraciones peronistas. Esto dificulta uno de los trabajos de hormiga que el peronismo despliega puntillosamente en todos los comicios: el reparto, casa por casa, persona a persona, de las boletas para que cada votante que haya contactado el partido concurra a votar el día de la elección con ese papelito que entregan los referentes barriales. Es la célebre Lista 2 del abecedario peronista. Esto generalmente se hacía con imprentas locales, de buena relación con los municipios o de fuertes vínculos políticos con las otras fuerzas políticas que necesitaran sus servicios.
Ahora, son los apoderados del FpV -que responden directamente a la Casa Rosada- los que encargan la impresión de todas las boletas y luego las reparten entre los referentes de cada distrito. Reforma electoral mediante, la impresión depende del Estado nacional, que es el que financia la tarea en base a valores de mercado. Para este comicio, eso representa alrededor de 16 centavos por papeleta y eso es lo que recibe cada fuerza política. La norma fija el tamaño (72 cms. de largo por cms. 19 de alto), el gramaje y abre la opción de hacerlas en color y con las fotos de los precandidatos. La mayoría de los apoderados de los PJ distritales coinciden en señalar que todo esto ha sido un obstáculo más en el proceso electoral interno, que ha estado plagado de pequeñas dificultades legales. Que se suma, además, a otras cuestiones más vinculadas a los requisitos para presentar lista y demás detalles estrictamente legales. Eso provocó enojos.