SANTIAGO DE CHILE.- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, desplegó ayer a 1.000 policías para reprimir una marcha de estudiantes y docentes en demanda de la educación pública gratuita. "Santiago parece bajo estado de sitio; escuché balazos. Esto es dictatorial, estamos impactados", sostuvo la líder universitaria, Camila Vallejo, quien negó toda posibilidad de acercar posiciones con las autoridades.

En el mismo sentido se pronunció Freddy Fuentes, referente de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios: "el diálogo se está cerrando". "Hay intransigencia del Gobierno", agregó el titular de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros. Los alumnos rechazaron la última oferta oficial en un país donde el costo de la educación está entre los más caros del mundo, según organismos mundiales.

Desde el Gobierno, el vocero Andrés Chadwick aseveró que "los estudiantes no son dueños del país"; defendió una salida parlamentaria a la crisis y justificó la actuación policial. Por su parte, la intendenta de Santiago, Cecilia Pérez, advirtió a los padres de los jóvenes que sus hijos podían ser "lesionados" si les permitía participar de la marcha.

Los enfrentamientos entre los manifestantes y los carabineros, que dejaron decenas de detenidos y heridos, se produjeron en varias calles de la capital. Los efectivos lanzaron gases lacrimógenos y desplegaron carros hidrantes. Los incidentes se produjeron desde primera hora de ayer, cuando se reprimieron 13 barricadas con quemas de neumáticos y maderas en puntos estratégicos de la capital. También hubo disturbios en Iquique, Valparaíso y Concepción.

La operación fue justificada por un decreto firmado por el ex presidente de facto, Augusto Pinochet, en 1983, en el que se reconoce que las personas tienen derecho a manifestarse, pero que deben pedir permiso previo al Estado. Esta norma fue rechazada por el Colegio de Profesores, cuyo presidente, Jaime Gajardo, anunció acciones judiciales contra la prohibición de manifestarse, la que calificó de inconstitucional.

Apoyo en baja

En paralelo, ayer se conoció una nueva encuesta de opinión, que ubica al apoyo popular a Piñera en apenas el 26% el respaldo más bajo para un mandatario desde el retorno a la democracia en 1990. El sondeo fue realizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP), una de las consultoras más respetadas del país.

La caída en la aprobación presidencial, coincidente con otras encuestas, obligó ya al mandatario a nombrar tres gabinetes en menos de año y medio de Gobierno. Sin embargo, la oposición de centroizquierda no logra capitalizar estas cifras. El rechazo a sus dirigentes bordea el 60%. (DPA-Télam-AFP)