BRASILIA, Brasil.- "Con tu país podemos tener divergencias, pero no podemos dejar de reconocer que la Argentina es un pueblo de oro. Yo soy argentino de corazón", declaró el ex presidente Luiz Inácio "Lula" Da Silva al diario La Nación.
-Y, si pudiera votar en la Argentina, ¿apoyaría la reelección de Fernández de Kirchner?, se le preguntó."Lógico; creo que voy a mudarme para ir a votarla", bromeó Lula, antes de meterse en un auto y esbozar una sonrisa cuando se le preguntó si su amigo Eduardo Duhalde no quedaría ofendido.
La presidenta Cristina Fernández inauguró ayer junto a su par Dilma Rousseff y al ex mandatario la embajada argentina en Brasil, ocasión en la que recordaron a Néstor Kirchner, quien dio impulso a la construcción del edificio durante su mandato.
Acompañada también por el canciller Héctor Timerman y la ministra de Industria, Débora Giorgi, la jefa de Estado ponderó la relación entre Argentina y Brasil, la que atribuyó a las gestiones de su fallecido esposo y al propio Lula.
"Juntos se opusieron contra todos los paradigmas del Mercosur, que hoy tiene una habitación más -por la Embajada-, que refleja la decisión irrevocable de la Argentina de profundizar la relación con Brasil", afirmó Cristina Kircher durante su discurso, transmitido por cadena nacional.
Una de las sedes más grandes
"Las relaciones entre ambos países tienen que ser tan grandes como este nuevo edificio", auguró la jefa de Estado, al hacer referencia a la superficie de 4.000 metros cuadrados que cubre la Embajada y que la convierte en una de las mayores sedes diplomáticas con las que cuenta la Argentina en el exterior.
Visiblemente emocionada, luego de la mención de su esposo Néstor Kirchner en los discursos de Rousseff y Lula, quienes la precedieron, la Presidenta afirmó que "Argentina no tenía Embajada propia en la casa de su principal socio y amigo, como sí tenía en otras ciudades, como Washington".
En ese sentido, la jefa de Estado argentina recordó que el terreno fue donado por el Gobierno de Brasil en la década del ´60, pero que se convirtió en un lugar con "yuyos y una canchita de fútbol". "Desde esa época Argentina no había construido nada. De un lado está la Embajada uruguaya y del otro lado la chilena, y en el medio no había nada; hasta que él (por Néstor Kirchner) decidió construirla en una reunión con Lula", afirmó.
Enseguida, volvió a remarcar la importancia de la relación entre ambos ex presidentes porque "juntos supieron levantar las trabas y las barreras que se habían instalado para mantener a la Argentina y a Brasil alejados".
Rousseff recordó el distanciamiento
Justamente ése fue el eje del discurso de Dilma Rousseff, la primera en tomar la palabra en la sede diplomática, ya que recordó el distanciamiento que tuvieron ambos países décadas atrás y dejó de lado las últimas rispideces bilaterales por las trabas comerciales.
"Esta obra forma parte del legado que Kirchner y Lula dejaron para Argentina y Brasil, un legado que nosotros usamos para cambiar el concepto de las relaciones entre nuestros países, establecimos la cooperación, el entendimiento y la acción conjunta, alejando todas las antiguas e indebidas distancias que existían entre ambos países, que transformaron nuestra relación en desaciertos inclusive en rivalidades", dijo.
En ese contexto, Rousseff aseguró que "la evolución de ambos países" fue vital para la recuperación de las relaciones y remarcó los Gobiernos de Néstor Kirchner y Lula "fueron el marco para esto y nosotros vamos a profundizarlas con una conciencia clara".
"Tenemos un papel para cumplir, porque optamos por una nueva estrategia de crecimiento y las poblaciones de nuestros países son los principales protagonistas. Haciendo cuentas se deparó la certeza de que si sumamos las reservas de Brasil con Argentina debemos ser el tercer o cuarto poseedor de reservas en el mundo", indicó Rousseff.
"Kirchner: pobre de mí y de Lula"
Luego, la presidenta de Brasil invitó a Lula Da Silva a tomar la palabra para homenajear también a su "amigo" Néstor Kirchner: el ex mandatario carioca calificó su discurso como "un quiebre total del protocolo" y remarcó su creencia cristiana al asegurar que para él "la vida no termina cuando el cuerpo se va". "Kirchner en este momento debe estar pensando pobre de mí y de Lula, porque la presidenta Dilma y Cristina van a hacer historia para América del Sur y América Latina", bromeó.
Destacó, en este sentido, la posibilidad de que Brasil y Argentina estén gobernadas por dos mujeres y aseguró: "Juntas tienen mucha más fuerza que la tuvimos con Néstor". "Hay más respeto por las mujeres que por los hombres, estoy seguro que las dos juntas en el G20 van a cambiar la política mundial y la geopolítica del Consejo de Seguridad de la ONU", justificó. (NA - Especial)