Sin información no se puede prevenir. Por eso, como la información no le llega, la Policía sale a la calle buscando, por ejemplo, a alguien que tenga antecedentes. También debemos reconocer que, a veces, no es tan sencillo; pero parece que las estrategias no están siendo las indicadas.
Existen algunos aspectos generales de la prevención que tienen que ver con condiciones estructurales y sociales, vinculadas a generar ciertas condiciones que hagan menos proclive a la comisión de delitos.
La criminalidad urbana y suburbana violenta está vinculada a las estructuras de la sociedad. Por lo general, quienes cometen estos hechos son excluidos; esto no quiere decir que ésta sea toda la delincuencia. Y también en los sectores pobres hay mucha gente honesta que se gana la vida trabajando.
La prevención más efectiva requiere de políticas a largo plazo. Hay una conciencia en general en parte importante de la clase política de que esta situación tiene que cambiar, que el modelo de Policía es otro; y, en ese sentido, algo se ha hecho. Pero hay que tener en cuenta que se tropieza con estructuras que están anquilosadas, y no es fácil cambiarlas. Tampoco la mentalidad de la gente, porque muchos no confían en la Policía por haber internalizado el modelo de la vieja fuerza de seguridad. Es todo un proceso cultural que no es sencillo.