En Argentina el único instrumento legal relacionado con los delitos informáticos es la Ley 26.388. En realidad, no es una norma específica, sino que introduce cambios en el Código Penal para contemplar, por ejemplo, el acceso sin autorización a correo electrónico ajeno, colocando este medio al nivel de cualquier correspondencia.

No sólo en nuestro país, sino en el mundo entero, los ataques de hackers son un problema complicado de resolver, por lo que tampoco hay normas claras. Una de las mayores dificultades es encontrar a los atacantes, ya que cuentan con los medios técnicos para cambiar de identidad en la web, que está asociada a un número IP, una especie de DNI de la conexión en Internet.

En los últimos tiempos y con la expansión de las redes inalámbricas, las dificultades se incrementaron; recientemente, un juez estadounidense marcó un precedente mundial al establecer que una dirección IP no es una persona. Un atacante, por ejemplo, podría trabajar desde un bar con su laptop usando la conexión wi-fi del local y por ende, esa IP, por lo que sería imposible identificarlo.

En Tucumán, quien se encarga de investigar estos casos es la división de Delitos Complejos de la Policía. Sin embargo y a pesar de la insistencia, LA GACETA no pudo conseguir que los responsables informaran sobre los medios con los que cuentan, los métodos que utilizan y el tipo de denuncias que reciben relacionadas con estos delitos. Para profundizar y mantenerse actualizado en materia de seguridad y delitos informáticos se puede visitar www.delitosinformaticos.com.ar/blog.