El gol del empate de Alexis Blanco que igualó el marcador con Desamparados encendió la esperanza, cuya llama se mantuvo con vida hasta que el árbitro Juan Pablo Pompei miró su relój y pitó para dar por cerrado el cotejo que mandó al descenso a San Martín. Casi al mismo tiempo, mientras algunos hinchas no pudieron ocultar su enojo, otros no pudieron disimular sus muestras de dolor y de tristeza que, en algunos casos, llegó hasta el llanto. LA GACETA ©