Nadie está conforme en el radicalismo. Ni los que ganaron, ni los que perdieron. Al parecer, la interna de hace una semana dejó secuelas que están lejos de superarse en el opositor Acuerdo Cívico y Social (ACyS).
Esta semana, la Junta Electoral Provincial (JEP) deberá evaluar la validez de los reclamos formulados por una de las listas derrotadas. El abogado y vicepresidente de la UCR, Raúl Moreno (Lista Azul, Verde y Blanca) recurrió a ese organismo ante las presuntas irregularidades detectadas, que incluyeron personas fallecidas que votaron y otros que sufragaron en dos oportunidades. "Pretendemos que la Justicia nos reconozca ese derecho a la minoría que la junta electoral ?adicta? partidaria nos negó a ser, a pesar de ser evidentes los fraudes articulados por la otra lista, que rayan en el delito penal", desafió el ex concejal, en alusión a la nómina Roja y Blanca, bendecida por el senador nacional José Cano.
Más allá de lo que se tramite por vía administrativa, la calma política está lejos de conseguirse en la alianza. El segundo candidato a legislador por capital y referente del sector universitario, Fernando Valdez, tampoco negó las irregularidades que signaron el proceso interno, pero pidió a los derrotados que replanteen su postura. "Este proceso empezó mal cuando la junta electoral emitió una resolución que luego fue anulada y que nos dejó afuera. Si la lista de Silvia Elías de Pérez no nos hubiera invitado a participar con ellos, hubiésemos quedado afuera. Pero ahora tienen que reflexionar sobre lo que están haciendo. Están entorpeciendo la campaña y no le permiten a la UCR que se concentre en las elecciones de agosto. Hubo irregularidades evidentes también en otras secciones. Tienen que hacer las denuncias y llevar las pruebas a la Junta. Pero yo no los escuché decir nada cuando ellos estaban adentro y nosotros, afuera", replicó Valdez.
El ruralista Rafael Sánchez era el primer candidato a legislador por la sección Este de la lista "oficial" en el radicalismo. Sin embargo, días antes de los comicios se bajó de la interna y denunció que fueron usados por el sector que lidera el senador y candidato a gobernador Cano. Ayer, dijo a LA GACETA que las denuncias de fraude demuestran que tomó la decisión correcta. "Nos dan la razón. Cano no ha podido y no ha tenido la vocación de ser un líder para alcanzar el consenso. Sabía que esto iba a pasar. Los dirigentes radicales iban a tener que usar este tipo de cosas para salir elegidos. Nosotros no nos podíamos medir con (el edil) Sebastián Luna, que de transparente no tiene nada", sostuvo.
El productor no ahorró en críticas al proceso electoral. "Hubo muchos arreglos dudosos, como el de La Pisarello y la lista de Silvia Pérez y Cano lo permitió. Con este tipo de cosas, no iba a ir a votar nadie. Sabíamos que iba a ser un gastadero de plata para nada. Gracias a Dios, el campo no se mezcló en semejante roña. Hemos conservado nuestro honor y la frente alta", reflexionó. Finalmente, se distanció del diputado y candidato a vicegobernador de ese espacio, el también ruralista Juan Casañas: "nos desilusionó. El campo ahora está dividido. Él maneja una parte y nosotros, otra. Estamos viendo con quién armamos un frente".