BUENOS AIRES.- La líder de la asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, rompió hoy el silencio sobre el escándalo por supuesto lavado de dinero que involucra al ex apoderado de la institución, Sergio Schoklender, y aseguró que si cometió "algún delito tendrá que pagar".

"Anuncio que acabo de separar a Pablo (Schoklender) y a otras 16 personas de la fundación. Por las dudas, para que quede todo prolijo. Si cometieron delito tendrán que pagar", declaró la titular, en un artículo que publicó hoy el diario "Tiempo Argentino". "No vamos a poner en riesgo todo", aseveró la dirigente de derechos humanos, quien reveló que las diferencias con Schoklender comenzaron cuando el ex administrador quiso transformar a la fundación en una empresa.

El ex apoderado legal de la entidad es investigado por la Justicia, acusado de supuesto lavado de dinero y de malversación de fondos públicos, ante las sospechas sobre la administración fraudulenta de partidas que otorgó el Estado a Madres de Plaza de Mayo para la construcción de viviendas y de centros de salud.

Argumentos
Bonafini aseguró no obstante que no se arrepintió de "haberle dado una oportunidad" a Schoklender, quien junto a su hermano Pablo fueron condenados por el asesinato de sus padres, en 1981. La misión "Sueños compartidos" de la organización, a través de la cual se llevan a cabo las obras de infraestructura social, "es un proyecto que involucra a miles de personas, a 5.000 trabajadores, una cantidad enorme de viviendas entregadas, otras en ejecución, hospitales, escuelas", señaló Bonafini.

"El proy cto sigue y es un ejemplo porque los trabajadores están en blanco y agremiados; porque trabajamos con gente a la que no se tuvo en cuenta en muchos años, eran marginados que cartoneaban con sus hijos de noche, que no sabían lo que era levantarse temprano para ir a trabajar", subrayó.

"Ellos edifican viviendas y en algún momento les va a tocar una. Se va haciendo de a poco en los terrenos que nos da el municipio. Tenemos una forma de trabajar con la gente, si hay comunidades indígenas afuera les hacemos un lugar donde rezar y los respetamos en sus necesidades", explicó.

Bonafini aclaró, sin embargo, que las acusaciones son contra el ex apoderado y contra su hermano. "Todos los imputados están separados, porque no vamos a poner en riesgo todo, sabemos lo que hacemos, cómo podemos responder pero la cosa es muy seria. Creo que las cosas van a andar bien", aseguró. (DPA)