Para algunos, la posición ideal y tradicional para meditar es la del loto (los budistas japoneses lo piensan así), pero no siempre es tan estricto. En este caso, las rodillas del meditador descansan en el suelo, las piernas se cruzan a la altura de las pantorrillas: el pie izquierdo descansa sobre el muslo derecho, mientras que el pie derecho lo hace sobre el muslo izquierdo; las plantas de ambos pies miran hacia arriba. Está posición, según los expertos, proporciona la mejor estabilidad del cuerpo.
Pero ocurre que si bien la posición de loto es la que más equilibrio permite, sobre todo para una persona que debe estar así mucho tiempo, solamente un cuerpo entrenado y flexible puede lograrlo. No todas las personas son capaces de permanecer sentadas en esta posición, es por eso que se usa también la posición conocida como "medio loto". Se trata de que las rodillas descansen sobre el suelo, pero una de las pierna se dobla y se asienta sobre la otra pierna.
Evitar la tensión.- En todo momento hay que procurar evitar la tensión en cualquier parte del cuerpo. La espalda con la parte trasera de la cabeza deben formar una línea recta, para lo cual la papada debe dirigirse algo hacia arriba.
El asiento.- La mejor es la silla que permite la espalda recta y no cuenta con apoya brazos.