Lo hicieron para vengar la muerte de un hijo. O como revancha por una estafa. O para robar. O ultimar al marido golpeador. O para deshacerse del cónyuge. Hasta mataron a sus hijos en nombre de terminar con una existencia en la miseria. Esto hay detrás de los casos más sonados de tucumanas que cometieron un crimen en la última década. No hay, al menos en la provincia, registros recientes de mujeres que mataran porque se alcoholizaron en un beberaje o porque discutieron en un juego de barajas. ¿Qué pasa por la cabeza de una victimaria? Para los especialistas, que advierten que hay un "modo mujer" de matar, en lugar de "razones" hay motivos, conscientes o no. La cárcel, ¿puede resocializarlas? Hay respuestas desde ambos lados de las rejas.