"Falta el imputado Rodolfo Domínguez", informó el secretario Carlos Lix Klett al inicio de la audiencia. El presidente del Tribunal, Pedro Roldán Vázquez, levantó la mirada y soltó una frase que sorprendió a todos. "Que lo traigan con la fuerza pública", ordenó, y decretó un cuarto intermedio.

Las hijas de Domínguez tomaron inmediatamente el teléfono y trataron de comunicarse con el ex comisario. Pero, a los segundos, él apareció en el recinto.

"Le digo a usted, pero lo hago extensivo a todas las partes. Tengo entendido que tuvo un inconveniente en el tráfico. Hay que salir con el tiempo suficiente, no podemos empezar tarde todas las audiencias. Les recuerdo que ponen en riesgo la libertad", advirtió Roldán Vázquez. "Estas situaciones nos obligan a tomar medidas no deseadas pero que pueden incidir en molestias y en pérdidas de la libertad, aunque sean momentáneas", agregó.

"Soy consciente de eso. Hay una manifestación en Lavalle y Bernabé Aráoz y se hizo un embotellamiento", se excusó Domínguez, pero la advertencia quedó flotando en el aire. "Se me quería salir el corazón del pecho", murmuró la madre del ex comisario.