WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció anoche la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, en un operativo norteamericano realizado en Pakistán. Bin Laden murió cerca de Islamabad, la capital de Pakistán, y Estados Unidos tiene en su poder el cuerpo, anunciaron medios norteamericanos.
La noticia comenzó a circular entre los medios on line y pasadas las once y media de la noche el presidente citaba a la prensa en la Casa Blanca. Afuera, más de 25.000 personas se congregaban junto a la valla de la residencia presidencial. "Hoy se ha hecho justicia", dijo Obama. "Hoy, bajo mis órdenes, Estados Unidos lanzó una operación selectiva de un pequeño equipo de norteamericanos (...) Tras un tiroteo, mataron a Osama bin Laden y requisaron su cadáver".
Según explicó en los poco más de nueve minutos de discurso, el pasado agosto Obama fue informado "sobre una posible pista" acerca del lugar donde se escondía el terrorista más buscado del mundo, responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Larga pesquisa
La pista "estaba lejos de ser segura" y le llevó a su equipo de seguridad "muchos meses" confirmarla. Según fuentes del Gobierno, en 2007 las pistas sobre colaboradores de Bin Laden comenzaron a ser más seguras. La semana pasada se consideró que había informaciones suficientes. Entonces Obama autorizó una operación para "hacerse de Bin Laden y llevarlo ante la justicia", estrategia que finalmente se realizó este domingo. En el operativo no murió ningún efectivo estadounidense y se "cuidaron" de "evitar" la muerte de civiles, aseveró Obama. "Su muerte no marca el final de nuestro camino. Debemos mantener la vigilancia en nuestro país y en el extranjero", indicó.
Estados Unidos cree que tres adultos además de Bin Laden murieron en la incursión y que uno de los muertos es uno de los hijos de Bin Laden, apuntó un funcionario de alto rango del Gobierno.
El funcionario también señaló que la muerte de Bin Laden pone a Al Qaeda en una senda de decadencia que será difícil de revertir.
Quienes se habían congregado frente a la Casa Blanca aún antes de que el mandatario confirmara la noticia celebraron con gritos de júbilo y agitando banderas norteamericanas la muerte del enemigo número uno del país. (DPA-Reuter-Especial)