"Live forever" | Bob Marley and The Wailers
MUY BUENO

Vive por siempre. No es solamente la traducción del título del disco doble sino lo que Bob Marley transmite a través de los 20 clásicos grabados en el último recital que ofreció, casi seis meses antes de su paso a la inmortalidad.

La calidad de la grabación de esta novedad de 30 años de antigüedad no es de las mejores. Un síntoma de la época (se registró el 23 de septiembre de 1980, en el Teatro Stanley en Pittsburgh), y de la complejidad de The Wailers como big band de reggae (hay en escena hasta 14 personas), con aquellos arcaicos sintetizadores parte de su sonido base. Pero el ritmo jamaiquino, desde que nació, se hace a mano y sin permiso, como lo demuestra la versión de "Could you be loved". Incluso puede hacer llevaderas las terriblemente defectuosas grabaciones de "Work" y "Get up stand up", registradas por aire y recuperadas luego por la familia de Bob.

Es el símbolo, el mito, el valor histórico y la energía en movimiento que irradia lo que hacen de este un disco imprescindible. A las canciones más conocidas en versiones diferentes se suman temas de la gira "Uprising", como "Zion train" y "Redemption song", que con guitarra y algo de percusión vuelve a hacer piantar un lagrimón.

En esos días Marley estaba muriendo. Su salud era frágil. Aunque a muchos habrá que avisarles, porque durante una hora y media se lo siente fuerte. La imaginación, amparada en los pocos videos de ese último show, lo muestra saltando, bailando y arengando. Vivo por siempre.