Muchos dueños de viviendas de la Florida esperaban que el seguro contra huracanes, que aumentó tras las fuertes temporadas de 2005 y de 2006, bajara de precio. Pero más de 4 millones de propietarios recibieron en 2010 un golpe más fuerte que una tempestad: llegaba un aumento del seguro y, a la vez, menos cobertura.
Las autoridades aprobaron un aumento de $ 718 millones en las tarifas, a pesar que habían transcurrido cinco años sin un ciclón. La suba respondía al pedido de las aseguradoras, que alegaban que pierden dinero y culpaban de los aumentos al Gobierno.
Desde 2005 las aseguradoras cancelaron las pólizas de más de 2 millones de familias de la Florida, al tiempo que la prima promedio estatal ha aumentado 44 %. Según un defensor de los consumidores, las tarifas se inflaban artificialmente con cargos administrativos contabilizados como costos que se traspasaban a los propietarios. Paige St. John, del Sarasota Herald Tribune, analizó documentos presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores y descubrió que varias compañías decían a los inversionistas que eran rentables, a la vez que alegaban lo contrario ante las autoridades.