RIO DE JANEIRO, Brasil.- Los primeros entierros de  las víctimas del asesino descontrolado que ayer mató a 11  niños y adolescentes en una escuela municipal de Rio de Janeiro antes de suicidarse se realizaban hoy en la ciudad brasileña, aún conmovida por un ataque sin precedentes en América Latina.

El asesino identificado como Wellington de Oliveira, de 24 años, era un ex alumno de la institución e ingresó al recinto escolar y disparó a  quemarropa. El ataque ocurrió a la hora de llegada de los estudiantes a la escuela primaria municipal Tasso da  Silveira, del barrio popular de Realengo, a la que asisten unos 400 alumnos de entre 9 y 14 años.

El joven, con dos revólveres, disparó contra los menores principalmente en la cara y el pecho, según datos de las autoridades. La mayoría de los estudiantes murió en el lugar y uno de ellos falleció horas más tarde a consecuencia de las heridas. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, manifestó su "repudio  a este acto de violencia contra niños indefensos". "No era y no es característico de este país vivir este tipo de crimen", expresó. (AFP-NA)