De a poco, se siente que la cuenta regresiva va llegando, y que el final del juicio puede estar más próximo de lo que se pensaba. Aunque aún quedan cerca de 30 testigos para declarar, todos reconocen que ninguno aportaría un dato que sea clave para saber quién y por qué asesinó al juez de Menores Héctor Agustín Aráoz el 26 de noviembre de 2004. Mientras tanto, las nuevas pruebas solicitadas por las partes llegaron al Tribunal, y la atención de los abogados se centraría allí.

De hecho, la actitud del presidente del Tribunal, Pedro Roldán Vázquez, lo demuestra. El camarista acelera los interrogatorios y no autoriza a los abogados defensores y acusadores que realicen preguntas que no estén directamente relacionadas con la causa. Incluso, fuentes tribunalicias indicaron que varios abogados adelantaron que desistirían de la declaración de algunos de los testigos.

Para la representante de la acción civil, Dolores Leone Cervera, el único testigo que aportará un dato relevante es el dueño del teléfono celular que se le secuestró a Darío Pérez, uno de los imputados por el homicidio. Sucede que el hombre había declarado que dejó olvidado su teléfono en el remise de Pérez, y que a pesar de los reclamos que realizó, nunca pudo recuperarlo. "Servirá para demostrar la verdadera personalidad de Pérez, que era capaz de quedarse con un teléfono que sabía ajeno", dijo Leone Cervera.

El fiscal de Instrucción Guillermo Herrera acusó a Pérez y a Ema Hortensia Gómez por el crimen. La ex agente había sido novia del juez, y según Herrera mantenía una relación sentimental con Pérez. Por eso, en la acusación el fiscal afirmó que una disputa sentimental fue el móvil del homicidio.

Por su parte, tres ex policías de Banda del Río Salí están acusados de encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Rodolfo Domínguez, Andrés Fabersani y Rubén Albornoz llevaron a Gómez hasta el domicilio del magistrado, y permitieron que ingresara en la vivienda para borrar rastros, según Herrera.

Las nuevas pruebas que se incorporaron en la causa, como los detalles de los llamados telefónicos, la ropa que usaron los imputados y nuevas pericias a las armas secuestradas, estarán en la mira de los abogados. "El nuevo detalle de llamadas telefónicas demostrará que Gómez estaba en Yerba Buena cuando llamó insistentemente a Pérez, y también mostrará que él siempre estuvo cerca de la remisería donde trabajaba", dijo el abogado Gustavo Morales.