TOKIO.- Los técnicos japoneses siguen sin poder frenar la crisis nuclear casi tres semanas después de los accidentes en la planta atómica de Fukushima. El gobierno de Japón anunció ayer medidas extraordinarias para frenar la emisión radioactiva en la planta nuclear, ubicada a 240 kilómetros al noreste de Tokio, como rociar con resina sintética la central a partir de hoy.

Se espera que la resina sintética, que se disuelve en agua, fije e inmovilice las partículas radiactivas para evitar que éstas sean arrastradas por el viento, según informó la agencia Kyodo. La medida prevé que un vehículo dirigido a control remoto rocíe el producto sobre los reactores de la averiada planta. Los funcionarios analizan también cubrir esos reactores con una especie de tejido para evitar la emisión de radiación.

El operador de la planta de Fukushima, Tokyo Electric Power (Tepco), aceptó la ayuda del grupo nuclear francés Areva, cuyos expertos llegaron ayer a la capital nipona con la misión de ayudar a los equipos locales, sobre todo para el tratamiento de las aguas contaminadas. El Departamento estadounidense de Energía también puso a disposición robots que resisten a las radiaciones y son capaces de reunir informaciones sobre los reactores en lugares donde la radiactividad es demasiado elevada.

El gobierno japonés ordenó, a su vez, controlar inmediatamente todos los reactores nucleares del país para asegurarse de que no vayan a tener los mismo problemas que en Fukushima, informaron.

Japón tiene más de 50 reactores que se encuentran al borde del mar, en un archipiélago cuya superficie total está amenazada por los movimientos telúricos.

Por otro lado, la Agencia Internacional de Energía Nuclear indicó que la radiación detectada en una aldea a 40 kilómetros de la planta nuclear accidentada excede los criterios de evacuación, producto de la crisis nuclear. El hallazgo puede aumentar la presión sobre el gobierno japonés para extender la zona de exclusión más allá de los 20 kilómetros alrededor de la planta de Fukushima.

El primer ministro Naoto Kan, criticado por su débil liderazgo durante la mayor crisis de ese país desde la II Guerra Mundial, ha dicho que está considerando extender la zona de evacuación para obligar a 130.000 personas a mudarse, además de las 70.000 ya desplazadas.

La organización ecologista Greenpeace había advertido serios peligros para la salud de los habitantes de algunas localidades luego de efectuar mediciones propias. (DPA-AFP-NA)