BUENOS AIRES.- El domingo 27 de marzo quedará inscripto en la historia de la democracia argentina como uno de sus días más oscuros en materia de libertad de expresión, dice la declaración que Adepa (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) envió a LA GACETA. El derecho de los ciudadanos a informarse, presupuesto básico del sistema democrático, fue avasallado ante una indiferencia manifiesta y sospechosa del Gobierno, critica la entidad que preside Daniel Dessein (LA GACETA).
La pasividad policial frente al bloqueo que impidió la distribución de "Clarín" constituye uno de los mayores atentados a la libertad de prensa desde 1983. El Poder Ejecutivo ha desconocido lo ordenado por la Justicia. Los pilares republicanos se han resquebrajado en la Argentina", afirmó. La obstrucción de la planta impresora de ?Clarín? es el último eslabón de una larga cadena de ataques a la libertad de expresión. En los últimos 100 días hubo agresiones contra el periodismo independiente y otras manifestaciones de la libertad de expresión, recuerda la entidad, y describe que en diciembre, la planta de AGR, que imprime las revistas ?Viva? para Clarín y ?Rumbos?, para 19 diarios del país, permaneció bloqueada una semana. "Impedir la circulación de diarios es un delito previsto en el Código Penal", afirma Adepa. Por lo tanto, "el juez Gastón Polo Olivera prohibió los bloqueos, entendiendo que el eventual derecho a manifestarse no puede cercenar la libertad de prensa", y notificó su pronunciamiento a la Ministra de Seguridad, Nilda Garré. No obstante, el 14 de enero se produjeron nuevas obstrucciones; esta vez afectando la distribución de Clarín y La Nación. La Justicia volvió a pronunciarse en el mismo sentido y, 12 días más tarde, los bloqueos afectaron a una decena de diarios porteños. El 17 y el 18 del corriente, el jefe de prensa de la CGT y su titular lanzaron múltiples amenazas dirigidas a la prensa, recordó.
"Estas medidas de acción directa y actos de intimidación tuvo como respuesta oficial el silencio y la inacción. El Gobierno no debe vulnerar la libertad de expresión y tampoco debe abstenerse de actuar, cuando otros la vulneran o hacen uso de la fuerza que tendría que monopolizar el Estado", expresa, para concluir: "El último acto de esta lamentable saga enciende una alarma que deberían atender todos los ciudadanos. Lo que se está vulnerando es la libertad sobre la que se apoyan el resto de las libertades. Ellas suelen apreciarse debidamente cuando se pierden. Hoy se asfixió a la madre de todas ellas. Mañana puede ocurrir lo mismo con todas las demás". (Especial)