"Era una persona que se hacíaquerer. Simpático, muy solidariocon sus afectos y que despertabasimpatía en todo aquel que lo conocía.No puedo creer lo que le pasó".Daniel Moeremans, todavíaestá conmocionado por la noticiade la muerte de Pablo Aiziczon.
"Él estaba buscando su lugar enel mundo. Era una persona que teníamucha iniciativa y siempre estabatratando de progresar, peronunca tuve conocimiento de quetuvo problemas con alguien", expresóMoeremans, que piensa queel crimen puede haberse suscitadopor un problema amoroso. "Siemprehay una fantasía en torno alprofesor de tenis.A partir de ahí secrean diferentes fábulas. Él antesde sentar cabeza, tuvo varios romances.Pero hace unos años quevivía únicamente para su pareja",expresó. "Le gustaba cantar ysiempre estaba alegre. En el clublo vamos a extrañar", añadió.