TOKIO. En medio de los temores por las fugas de partículas radiactivas de la central nuclear de Fukushima, dañada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, ayer se recibieron dos noticias alentadoras en Tokio: la primera es que se reconectó la electricidad a un reactor dañado y que baja la radiación, y la segunda es que después de nueve días bajo los escombros, una abuela de 80 años y su nieto de 16, fueron rescatados con vida. Atrapados en la cocina de su casa tras el desastre, Sumi Abe y Jin Abe se alimentaron con raciones de yogur y lo que quedaba en la heladera. (DPA)