TOKIO, Japón.- La alarma internacional por la crisis atómica que se cierne sobre Japón se acrecienta según pasan las horas. Y está provocando un éxodo de los extranjeros. Las embajadas en Tokio de varias naciones les recomendaron hoy a sus ciudadanos que abandonen la capital japonesa, ante la situación crítica de la central de Fukushima, después del terremoto y del tsunami.

De hecho, algunos gobiernos -como los de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Colombia, México y España- anunciaron el envío de aviones para repatriar a sus nacionales que quieran marcharse voluntariamente. La administración de Barack Obama, por ejemplo, autorizó la primera evacuación formal de su personal.

El Gobierno nipón, no obstante, aseguró que no hay planes de ampliar el área de evacuación más allá del radio establecido de 20 kilómetros de la planta de Fukushima, informó el diario "El País", de España.

Mientras, la situación en la central sigue siendo muy grave, si bien no ha empeorado significativamente desde ayer. Así lo afirmó esta tarde (hora de la Argentina) un portavoz del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyo director, Amano, viajó a la nación afectada para corroborar lo que está ocurriendo.

Por otro lado, trascendió que la nube radiactiva está cruzando el Pacífico a toda velocidad. Mañana, llegará al sur de California, y desde allí de extenderá por los estados de Utah, Nevada y Arizona. Sus consecuencias para la salud son "extremadamente pequeñas", según las autoridades. Esto es así porque a medida que la nube se expande, su radiactividad se diluye, de acuerdo a fuentes consultadas por el diario "The New York Times", que tuvo acceso a información secreta. (Especial)