Aunque a la tarde quedó expuesto como nunca, la mañana había comenzado bien para el ex oficial Alejandro Darío Pérez. El comisario Alberto Frechina, que trabajaba en la comisaría de Yerba Buena cuando fue asesinado el juez Héctor Agustín Aráoz, habló muy bien del acusado de homicidio. "El día que prestó declaración como testigo lo noté muy relajado; no parecía que estuviera vinculado con el caso", expresó Frechina. Al final de su declaración, la fiscala Juana Prieto de Sólimo pidió que se lo investigue por falso testimonio.

Aunque la intervención de Frechina en el caso Aráoz fue breve, el interrogatorio ocupó casi toda la jornada matutina. Aquel 26 de noviembre de 2004, llegó a la comisaría de Yerba Buena y advirtió que nadie de la Justicia había sido informado aún sobre el crimen. "Como estaba en la base, me comuniqué con el fiscal (Guillermo) Herrera y con el secretario (Daniel) Clemente. Ellos se enteraron por mí de lo que había ocurrido", expresó. Y añadió que, cuando llegó a la casa del juez, se dio con que había varios policías y familiares dentro de la propiedad. "El fiscal me pidió que resguardara la escena del hecho", dijo Frechina.

Además, su testimonio sirvió para aclarar que el celular de la acusada Ema Gómez no fue secuestrado dos veces, como se creía. "Cuando íbamos en la camioneta, trasladándola a la comisaría, escuché un ruido y ordené que detuvieran la marcha. Al bajar, me di con que el celular de la señora Gómez estaba sobre el pavimento, sin tapa. Lo levantamos y, como me llamó la atención lo que había ocurrido, elaboramos un acta en la dependencia", dijo. Más tarde, añadió, secuestraron el aparato junto con otros bienes que la imputada llevaba en una cartera.

Allí dentro, justamente, había una tarjeta de puntos expedida por una estación de servicio de GNC a nombre de "Alejandro Pérez". Como Frechina conocía al acusado Pérez por haber trabajado tiempo antes del crimen en la seccional 9ª, le preguntaron si no había asociado ambos nombres. "La verdad que no, porque a él lo conocía como Darío. Y su apellido es muy común", aclaró. Además, cuando le pidieron que definiera al sospechoso como policía expresó: "era un buen empleado".

Un SMS

Frechina recordó episodios que dejaron bien parado a Pérez. "El comentario del oficial (Gustavo) Beltrán fue que Pérez quería colaborar con la causa, y que incluso tenía un mensaje de texto de Ema Gómez vinculado posiblemente con el caso", dijo. Aquel SMS, según el acusado, decía: "hice algo malo, por favor atendeme".

Cuando Frechina terminó de declarar, Prieto de Sólimo pidió que se lo investigara por presunto falso testimonio. Cergio Morfil, defensor del ex comisario Rodolfo Domínguez, objetó el planteo: "es más que nada una actitud caprichosa de la fiscal".

Para cerrar la mañana, hubo un careo entre el oficial Beltrán y el ex comisario Héctor Brito. Ellos tenían versiones diferentes sobre cómo llegó Pérez a declarar a la comisaría de Yerba Buena. Pero no se sacó nada relevante de la medida.