TOKIO.- La situación en Japón tras el terremoto y posterior tsunami del viernes fue considerada por el primer ministro, Naoto Kan, como la más grave desde la Segunda Guerra Mundial. La cifra de muertos se elevó a 3.200, aunque podría alcanzar las 10.000 personas. Las autoridades niponas luchan contrarreloj para evitar un desastre en tres centrales atómicas. No obstante, confirmaron que bajó el riesgo a una explosión en al menos dos de ellas. La situación más conflictiva se presenta en dos reactores de la planta de Fukushima I. En la región de Miyagi, expertos midieron una radiactividad 400 veces superior a la normal. (Reuters-DPA)