BERLÍN.- Miles de alemanes formaron un cordón humano de 45 km para reclamar a las autoridades que su renuncie a la energía nuclear tras el accidente registrado en la planta japonesa. En tanto, el Gobierno anunció que revisará sus estándares de seguridad nuclear y sus centrales atómicas
"Lo ocurrido en Japón es un punto de inflexión para el mundo", dijo ayer la canciller Angela Merkel. en Berlín. "Si en un país tan desarrollado y con los estandares de seguridad más exigentes puede ocurrir un accidente, Alemania no puede simplemente pasar por alto el tema", añadió. "Creo que en un día como hoy no se puede decir simplemente ?nuestras centrales atómicas son seguras?", dijo Merkel. "Son seguras, y sin embargo hay que preguntarse qué podemos aprender de un incidente como éste".
El accidente de la central Fukushima 1 reabrió el debate sobre la energía nuclear en Alemania. El gobierno de Merkel extendió en 2010 la vida útil de 17 de sus plantas, yendo en contra del paulatino apagón atómico prometido por el ex canciller Gerhard Schröder. El nuevo acuerdo prevé que la más antigua de las 17 centrales siga operativa ocho años más a partir de 2021, mientras que las más modernas lo harán otros 14 años.
Como reacción a la medida y en vistas del accidente en Japón, unas 60.000 personas -20.000 más de las esperadas por los organizadores- formaron una inmensa cadena humana de 45 km de largo para reclamar que el país renuncie de inmediato a esa fuente de energía.
Uno de los reactores de la central nuclear de Fukushima 1 sufrió ayer una explosión después de quedar dañado por el terremoto que este viernes devastó el país asiático. El accidente dejó varios heridos y disparó los niveles de radiactividad en la zona, que había sido evacuada por el gobierno por precaución. (DPA)