TOKIO.- Japón sufrió ayer el peor terremoto jamás registrado en el archipiélago. La tierra tembló a una magnitud de 8,9 en la escala de Richter, y fue seguido por potentes réplicas y de un tsunami que dejaron centenares de muertos y desaparecidos.

Otro sismo de 6,7 grados sacudió también la costa occidental de Japón, situado en uno de los puntos más peligrosos del llamado cinturón de fuego del Pacífico, sobre la intersección de tres placas (la Euroasiática, la del Pacífico y la del Mar de Filipinas). Y hasta anoche, al cierre de esta edición, se registraron cerca de 110 réplicas de distintas densidades: las más fuertes alcanzaron los 7.1 bajo la misma escala.

El peor terremoto registrado en la historia de Japón ha dejado ya más de 1.000 muertos y desaparecidos, según la policía. "Los daños son tan importantes que necesitamos más tiempo para juntar datos", reconoció ayer un portavoz de la fuerza de seguridad.

Las noticias de desastres llegaban sin parar. Unos 200 cadáveres de personas que probablemente murieron ahogadas por el tsunami aparecieron en la costa de la ciudad de Sendai (noreste), de la prefectura o distrito de Miyagi, elevando el número de muertos a 384; mientras que había 707 desaparecidos y 947 heridos, según datos de la policía japonesa.

En la región de Fukushima, un dique se rompió y el agua liberada arrasó viviendas. Dos trenes fueron dados por desaparecidos, en la zona de Sendai y en el distrito de Iwate, al noreste.

También en Sendai, las autoridades indicaron que un barco fue arrastrado por el tsunami, sin otras precisiones, y que una gran explosión se produjo en un complejo petroquímico.

El sismo, el más fuerte de los últimos 140 años en ese país, se registró a las 14.46 hora local (las 2.46 de la Argentina), y el epicentro se detectó a 24,4 kilómetros de profundidad y a 380 kilómetros al norte de Tokio, según datos del Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS). Fue seguido por decenas de réplicas, una de ellas de magnitud 7,1. La mayoría de los países del Pacífico lanzaron alertas de tsunami, que llegaron hasta las costas del continente americano.

Describir del espanto

En Tokio, los edificios temblaron durante dos minutos después del sismo y la mayoría de los habitantes se precipitaron a las calles, mientras se desencadenaban los incendios. Un gigantesco incendio se produjo en una refinería de la ciudad de Iichihara, en la región de la capital; millones de personas se encontraban al caer la noche sin poder regresar a sus hogares a causa de la interrupción del sistema de transporte subterráneo. En muchos hogares de la zona del epicentro tampoco había luz ni calefacción. En pleno operativo, las autoridades japonesas instaron por altavoces a los empleados a dormir cerca de sus oficinas y pronto los hoteles de la región se llenaron.

A través de las imágenes televisivas captadas desde un helicóptero se pudo apreciar buques de carga, automóviles y toneladas de materiales de todo tipo arrastrados por una gigantesca marea de agua pardusca estrellándose contra las costas. Durante las transmisiones se llegó a ver también torrentes de lodo desbordando el cauce del río Natori y destruyendo campos en la zona de Sendai.

Otro barco, desaparecido tras el paso de un tsunami en las costas noreste de Japón, fue hallado y sus 81 pasajeros pudieron ser rescatados por helicópteros del ejército y guardacostas. La devastación provocó pesar en todo el mundo. En Japón, sus habitantes despertaron desconcertados, desconsolados y preocupados. (AFP-NA)