La fiscala, como ya le había pasado con otros policías, creyó que el ex comisario Vega estaba disimulando como perro que ha volteado la olla. Aunque era jefe de la Unidad Regional Norte y la investigación de los policías de Yerba Buena dependía de él, Vega dice que se limitó a mirar todo desde lejos. Y Prieto de Sólimo no quedó muy conforme con su palabra.

- ¿A qué fue entonces, Vega? ¿A poner la cara para que lo vieran sus jefes?-, le dijo la fiscala. Por si hace falta aclararlo, la pregunta era notoriamente irónica.

- Cuando ocurre un hecho grave -trató de responder el ex comisario-, uno va a ofrecer su colaboración. Pero el subjefe de Policía estaba a cargo y me dijo que no hacía falta mi ayuda.

Prieto de Sólimo lo miró fijo. Él agregó que se había quedado en la vereda, bajo la lluvia, durante varios minutos. Luego, dijo, se fue a su camioneta. Y finalmente se marchó a su casa.

"La impresión que dieron otros policías es que el jefe da órdenes pero no hace nada. Y usted, en este momento, está dando esa impresión", disparó la fiscala. Vega, lógicamente, no contestó nada.