BUENOS AIRES.- El recurso lo inventó Eduardo Duhalde. Luego lo usó Néstor Kirchner. Y ahora lo promueve la Casa Rosada. En mayo de 2003 se lo llamó neolema; hoy, son listas colectoras. Su mecanismo es sencillo: sirven para que un candidato pueda incorporar otras boletas a la propia, que le aporten más votantes.

Así, por ejemplo, la boleta del aspirante a presidente podrá llevar adheridas dos o más postulaciones a gobernadores. Aunque incipiente, el debate ya dividió las aguas entre los dirigentes que rechazan la habilitación de colectoras en los próximos comicios y los que defienden su legitimidad como herramienta electoral.

Esta mañana, el apoderado del Partido Justicialista (PJ), Jorge Landau, planteó no sólo que están prohibidas, sino también que su aplicación es técnicamente imposible. "Desnaturalizarían la competencia electoral", expresó.

"Yo, por lo menos, todavía no encuentro la fórmula para ver cómo pueden funcionar en el régimen actual", afirmó el diputado en declaraciones a Radio 10. "La ley establece que las alianzas o frentes entre los partidos tienen que constituirse antes de las elecciones primarias. Y que quien resulte ganador de esa elección es quien debe representar a ese partido", añadió Landau.

Desde la vereda contraria,  el director nacional electoral, Alejandro Tullio, había advertido ayer que la nueva ley electoral "no prohíbe" las lista colectoras para octubre, lo que se interpretó como un paso a favor del plan del Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, promotor del recurso. (Especial)