El público lo aguardaba ansioso. Rodolfo Bollero se detuvo en el peaje de Los Puestos y dialogó con su amigo, Jorge "Coqui" Díaz. "Fueron 15 segundos. La gente se acercó y lo alentó. Me dijo que le dolía la mano porque se había caído", explicó Díaz, que lo esperó con su esposa, Gabriela Mójica, y con su hijo, Ignacio.