La pasión por el Dakar no entiende ni de tiempos ni de distancia. Los esfuerzos que realizan lo "fierreros" para presenciar el Dakar no se compara con la satisfacción que genera presenciar una de las puebas más espectaculares del mundo. Un claro ejemplo de ello son Guillermo Nieva, Ramiro Ledesma y Víctor García, tres amigos monterizos que ahorraron durante el año para instalarse en El Corralito para ver los autos en plena competición.
"Elegimos venir a Salta porque aquí pasan en plena carrera y es mucho más atractivo. En cambio, en El Brete es la largada, es como ver un enlace. Aparte acá estamos cerca de donde pasan los vehículos. Sería imperdonable perderse una competencia de estas caracteristicas", explicó Nieva.
"La verdad es que vinimos temprano para ganar lugar, pensando en que esto iba a llenarse rápido y nos sorprendió el poco público. También nos llamó la atención que los policías están bastante desinformados y muchas veces no saben indicar el camino", añadió.
"Más que nada vengo para ver los camiones y las camionetas. Confieso que me gustaría ver algún accidente. Ojalá que no sea muy grave, pero un vuelco estaría bueno", confesó con cierta morbosidad Ledesma.
"Nosotros pasamos por Amaicha y la ruta estaba insoportable. En cambio, al llegar a Salta todo se tranquilizó un poco. Da la impresión de que Tucumán está viviendo con mayor intensidad el Dakar", analizó.
Entusiasmados
Un grupo de salteños llegó al mediodía para asegurarse un buen lugar. "El viaje fue tranquilo, no pensaba que íbamos a llegar tan rápido y que iba a ser tan simple. Lo cierto es que nos informaron correctamente" comentó Jorge Cruz, que viajó con su hijo, una amiga y la hija de su amiga.
"Vinimos temprano, no había mucha gente en la ruta y caminando por aquí me llamó la atención el hecho de que hay pocas personas. Para quienes nos gustan los fierros ver un Dakar es algo impagable. Es como para el futbolero ir a un Mundial", graficó Cruz su pasión.
"Esperemos que esta competencia se siga haciendo en Argentina porque es un lujo que nos estamos dando. Hace unos años pensar en ver el Dakar era útopico y ahora está en nuestra propia provincia. Es algo que tenemos que saber aprovechar" agregó, oriundo de la capital salteña.
A pesar de agunas diferencias entre lo que opinaron tucumanos y salteños -sobre todo en lo referente a los servicios-, todos coinciden en que ver esta competición no tiene precio. La expectativa es grande, la espera también. El Dakar todo lo puede.