Para ir preparándose: hay siete problemas que padres e hijos deberán afrontar durante el transcurso de sus tan ansiadas vacaciones. Algunos dirán que pueden ser muchos más, pero La Universidad Mayor de Chile realizó un estudio para conocer cuáles son los más frecuentes y a los que nadie (o casi nadie) podrá esquivar. Poner los límites en las actividades de los adolescentes, el aburrimiento de los más chicos, la división de las tareas domésticas, son algunos de los dilemas que generan más dolores de cabeza a padres y chicos.

Por eso, mejor es estar prevenido así las situaciones se pueden prever de antemano y disfrutar de una felices vacaciones en familia.

Aunque el clima de relax que implica la planificación del descanso contagia buena onda, las discusiones existen. Principalmente, cuando se trata de convencer a los adolescentes que compartan 15 días con sus padres y hermanos. Aunque también los padres deberían dejar "volar" a sus hijos cuando ya tienen la edad suficiente para salir solos con sus amigos. "Es importante no idealizar el período de vacaciones como si fuera un gran paréntesis en nuestras vidas donde suponemos que los conflictos y rispideces que podemos tener con el otro desaparecerán como por arte de magia", aconseja la psicóloga Lourdes Del Forno.

"El tema de las vacaciones aparece como complicado cuando se quiere innovar en materia de convivencia familiar", explica el sociólogo Daniel Zalazar Romero.

Es por eso, que la psicóloga recomienda que se las planifique como un evento propio de la dinámica familiar. "No debe ser un momento para poner en práctica normas y límites que no se aplicaron durante el año, ya que estas limitaciones para que lleguen a interiorizarse como tales, llevan su tiempo y deben ser sostenidas y no sólo ensayadas en período vacacional", explica la especialista.

También hay que reservar un espacio y tiempo para la pareja, que muchas veces se siente postergada aun más durante estos días.

1.- negociar y planear con los hijos

Sólo para comenzar, el estudio de la Universidad mayor de Chile asegura que el 44% de los padres deben someter a debate y negociación todo lo relacionado con las vacaciones: destinos, días, lugares que se van a visitar, si se llevarán amigos o no. Este hecho rompe con la antigua costumbre en la que eran los padres los que decidían todo y luego se lo comunicaban a los hijos. El dolor de cabeza es mayor si uno de los hijos, o varios de ellos, deciden que quieren tomar un rumbo aparte y vacacionar con sus amigos. Los estudios revelan que, actualmente, el 80% de los hijos prefiere ir de vacaciones sólo con su grupo de amigos que con los padres y hermanos. Además, cada vez son más jóvenes: a partir de los 17 años o antes. Para delirio de los padres, está comprobado que la primera relación sexual de los adolescentes se da durante este período de diversión y relax.

2.- Cuando los más chicos se aburren

La encuesta revela que el 43% de los padres reconoce que el momento más complicado para ellos es cuando los hijos se aburren. Esto sucede con más frecuencia cuando entre hermanos hay mayor diferencia de edad y, entonces, no pueden compartir una misma actividad. Es aquí cuando los padres deben inventar algún tipo de salida para compartir entre todos. En la misma encuesta, el 58% asegura que se preocupa por armar algún plan que incluya a los más chicos, mientras que sólo el 23% dice que sus hijos tienen que usar el ingenio para entretenerse por su cuenta. Cuando se elige el destino para vacacionar es importante indagar qué tipo de actividades se pueden llevar a cabo; por ejemplo: si hay parques de diversiones, cines, plazas con juegos, alquiler de bicicletas, visitas a parques temáticos. Estos son los lugares que se deberán frecuentar los días de lluvia o por las tardes.

3.- las peleas entre los hermanos

Ya está. Todos están arriba del auto, con las valijas, los bolsos, los jueguitos, la palita, el balde y el flotador. El auto parece un juego de tetris: todo encaja a la perfección, pero no entra ni un alfiler más. Salen a la ruta y comienzan los problemas. "Poné este CD, sacá el otro", "calláte que no puedo escuchar la música del mp3", "¡Papá no hay señal en la ruta, no me puedo comunicar con nadie!", "bajá el aire acondicionado"... La pelea entre hermanos es lo más estresante del viaje. El 16% de los padres encuestados aseguran que estas discusiones constituyen el peor momento. La consultora YP&B preguntó sobre el tema a 23.000 personas y concluyó que acciones como pescar o jugar en la playa reducen las peleas entre hermanos. Según el estudio, las familias que mejor evitaron este problema fueron las que marcaron jerarquías en la toma de decisiones.

4.poner limite a los más jóvenes

El tiempo de vacaciones puede ser un momento para flexibilizar algunas pautas que rigen durante todo el año y que tienen que ver con las cuestiones académicas, las actividades deportivas o las distintas responsabilidades dentro del hogar. A su vez, hay que marcar otros límites con anticipación para evitar mayores discusiones (y preocupaciones). Según el estudio realizado por la Universidad Mayor el 28% de los conflictos tiene que ver con los permisos para los adolescentes. El horario de regreso de los boliches, las salidas con amigos y los pubs o bares a los que pueden ir; también, lo relacionado con la salud como fumar o tomar alcohol, son algunas de las cuestiones que los padres tendrían que charlar. Estar de vacaciones no implica un relax en el control parental, pero tampoco es un momento para poner en funcionamiento pautas que no han sido implementadas durante el año.

5.- la división de las tareas domésticas

Según la encuesta, el 32% de los padres dice que llega a acuerdos con los hijos para repartirse las tareas domésticas en vacaciones, pero que luego no se respetan. Las vacaciones son para todos, grandes y chicos. Esto significa que para que el otro también disfrute y descanse hay que aliviarlo de la carga que suponen las tareas domésticas; es por eso, que lo mejor es saber organizarse y dividirse las tareas: cada uno tiende su cama y la va su taza del desayuno, los más grandes ayudan a los más chicos con esto, la madre cocina, otros ponen la mesa y los demás lavan los platos. Lo que a cada familia le funcione mejor. Pese a que las tareas se reparten, el 35% de los encuestados reconoce que se lleva el peso de toda la carga doméstica, especialmente las mujeres a quienes por naturaleza pareciera que le corresponde hacer todo. ¡Es un buen momento para darles un respiro!

6.- poco tiempo de intimidad en la pareja

Esperar las vacaciones para estar tranquilo con su mujer o con su marido, puede ser un error. El 44% de los matrimonios encuestados que toma vacaciones familiares reconoce que no tiene suficiente tiempo para compartir con su pareja. ¿Cuál es la causa principal? El 52% siente que no tiene el tiempo ni el espacio para hacerlo. Estudios internacionales demuestran que hay un aumento de rupturas matrimoniales y también de infidelidades en época de verano. Lo mismo confirma un estudio sobre la "situación sentimental" de Facebook en el que queda demostrado que la mayor cantidad de rupturas se da durante la época de vacaciones, especialmente, antes de que estas comiencen. Por eso, antes de salir todos juntos, si se puede lo ideal, es hacer una escapada de fin de semana sólo los dos o, por lo menos, encontrar un tiempo de tranquilidad durante la estadía.

7.- ¿invitar un amigo para mi hijo?

Nunca falta el planteo: "¿puedo llevar a un amigo?". Frente a este pedido, especialmente, cuando se trata de un hijo único, los padres se ven en la obligación de pensarlo y, si pueden, acceder a su pedido. Por un lado, esto conviene porque, en definitiva, qué mejor que un amigo para que no se aburra. Pero también hay que tener en cuenta que no es lo mismo pasar 15 días a solas en familia, que con un extraño, que también posee costumbres diferentes. El 90% de los hijos entre ocho y 17 años considera que las vacaciones perfectas son con su mejor amigo y ocho de cada 10 que tuvieron un invitado en sus vacaciones familiares dijeron que las repetirían. Los psicólogos aconsejan invitar a un niño que sea mayor de 10 años, de esta manera no se correrá el riesgo de que extrañe a sus padres y que se dé cuenta de esto cuando esté a 1.000 kilómetros de distancia. -