El Gobierno cambió de estrategia para tratar de contener la inflación, pero ni la vieja (basada en los controles de precios y en la distorsión de las estadísticas) ni la nueva (el llamado a un Pacto Social entre gremios y empresarios) parece garantizar resultados positivos. Expertos consultados por nuestro diario afirman que este tipo de acuerdos nunca fueron útiles y que para frenar el alza en los precios son necesarias reformas de fondo. Esos cambios apuntan a la política monetaria y fiscal, y a la generación de incentivos reales para la radicación de nuevas inversiones.
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