"¡Nos vamos de viaje!".- La Navidad o el Año Nuevo pueden ser la excusa perfecta para viajar y desconectarse de la rutina, esquivando así toda posibilidad de pasar las fiestas con personas con las que uno no tiene ganas de estar. Si se quiere un cambio radical, hasta se puede brindar en medio del frío (Tucumán tiene la ventaja de poder hacerlo) en Tafí del Valle.

"COMEMOS AFUERA".- En Tucumán, muchos restaurantes y salones de fiesta organizan celebraciones para pasar unas Fiestas divertidas, con baile, entrega de cotillón y sorpresas. Lo mejor es que no habrá que transpirar en la cocina ni que preocuparse por qué comerán los invitados. Tampoco habrá necesidad de lavar los platos ni de tener la ingrata tarea de levantar la mesa. Es una manera ideal de compartir la mesa con las personas que uno quiere. En los avisos publicitarios de los días previos a las fiestas estarán todas las ofertas posibles.

Diversión asegurada en una casa con pileta.- Cuando hay muchas ganas de pasar las Fiestas con la familia, pero el problema es la cantidad de gente, en algunos países ya se usa alquilar una casa con pileta para que nadie falte en la reunión. La única condición es organizar con tiempo para que todos los gastos en dinero y en esfuerzo se repartan por partes iguales. Sólo hay que averiguar en inmobiliarias y en clubes.

PASARLA CON AMIGOS.- Aunque parezca una locura, los campings, al igual que los hoteles, no cierran sus puertas durante la Nochebuena. Una idea que se está implementando en otros países es salir de camping con amigos y familiares directos (en especial cuando se trata de personas jóvenes y niños) para esperar el Año Nuevo bajo un cielo estrellado.

Fiesta a cielo abierto.- Muchos vecinos acostumbran celebrar las fiestas con la comunidad barrial. Hay quienes sacan las mesas a los jardines o a las veredas, de modo que toda la cuadra se convierte en un gran salón a cielo abierto. Entre los vecinos se pueden poner de acuerdo para comprar la bebida en los lugares donde se vende más barato adquiriendo al por mayor. Es común que las personas salgan a saludar antes o después del brindis a todos sus vecinos, mientras los chicos juegan sin parar.