Dicen que no son tan peligrosas, que son fáciles de conseguir. Y cuando las consumen les gustan, les dan placer y se divierten. El uso de drogas ilegales creció fuerte entre los estudiantes secundarios. Fuman un poco menos y la ingesta de alcohol bajó levemente. Estos son algunos de los sorprendentes resultados de la última encuesta realizada en todo el país por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). En Tucumán, al igual que en muchas provincias, se duplicó el consumo de marihuana en los últimos ocho años.

La Cuarta Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media se hizo a finales del año pasado y sus resultados se han terminado de procesar recientemente. En total, respondieron al sondeo 82.489 estudiantes de entre 13 y 17 años, que corresponden al nivel medio educativo (EGB 3 y Polimodal). El relevamiento involucró en Tucumán a 3.958 adolescentes.

Los resultados, en comparación con las encuestas realizadas en 2001, 2005, 2007 y 2009, fueron llamativos: el consumo de marihuana saltó del 3 %, de 2001, al 8,4 % (se incrementó un 140 %). "Cerca de la mitad de los estudiantes que usan esta sustancia lo hace de forma ocasional. Lo preocupante es el alto porcentaje de usuarios frecuentes (26,2%)", detalla el informe.

Los especialistas dieron, a través de los números, algunas pistas sobre los motivos que acercan a los chicos a elegir las drogas. La disminución en la percepción de riesgo de algunas sustancias es fundamental, explican. Según el relevamiento, apenas el 11,6% de los estudiantes consideran que consumir marihuana alguna vez es de gran peligro. Para el 41% de quienes fuman porros en forma frecuente, esta sustancia no les representa ningún riesgo.

La relación entre el consumo y la facilidad para conseguir cada droga parece evidente. Las drogas más consumidas son las más accesibles: alcohol, tabaco y marihuana. El 37,6 % de los estudiantes dijo que era muy sencillo conseguir porros. El 21 % afirmó que era muy fácil conseguir cocaína y el 20 %, que era sencillo adquirir pasta base. Más preocupante aún resultó el dato de la oferta: el 22,6 % de los alumnos asegura que le han ofrecido marihuana y a un 9,4 % cocaína. ¿Dónde? En primer lugar en las fiestas o los recitales; en segundo lugar en los barrios, cerca de sus casas, y por último en la propia escuela.

Tener que trabajar además de estudiar, es una situación de riesgo. La encuesta reveló que los que trabajan superan en sus índices de consumo a los que no lo hacen. Y en todos: toman más alcohol, fuman más cigarrillos, consumen más drogas. La situación opuesta es la de los estudiantes que ocupan su tiempo libre haciendo deportes. También se encontró una relación directa entre el consumo y aquellos jóvenes que no tienen una perspectiva de futuro, un proyecto personal.

Otro factor de riesgo, según los autores del informe, se asienta en la curiosidad de probar alguna droga ilegal y en la certeza de hacerlo frente a la posibilidad de tener acceso. El 16,9% de los estudiantes, alrededor de 280.000, que nunca probaron drogas ilícitas, manifiestan tener curiosidad de hacerlo, tanto varones como mujeres.

Tucumán

El consumo de drogas ilegales en Tucumán se duplicó en ocho años, de acuerdo al estudio de la Sedronar. Mientras que en 2001, 4,7 % de los estudiantes admitió haber probado una sustancia ilícita, en 2009 un 9,4 % lo hizo.

Las cifras indican que uno de cada 10 chicos sale de la escuela secundaria habiendo consumido una droga prohibida. La mayoría, un 7,7%, ha usado marihuana y un 3,4, cocaína. Además nuestra provincia lidera el ranking en el consumo sin prescripción médica de tranquilizantes y de estimulantes.

Otro dato llamativo es que las tasas de consumo más altas no se dan entre los de mayor edad, sino entre estudiantes de 15 y 16 años. Poco más del 20% consume en forma habitual una sustancia, siendo la pasta base-paco y la marihuana las que mayor proporción de usuarios frecuentes exhiben.