POINTE-A-PITRE, Francia.- La decana de la humanidad, Eugénie Blanchard, una religiosa francesa de 114 años, murió hoy en el hospital de Bruyn de Saint-Barthélémy, en las Antillas francesas, donde vivía desde hacía 20 años.

Eugénie Blanchard había nacido el 16 de febrero de 1896 en Saint-Barthélemy, colectividad francesa situada en el Caribe.

Cuando se consagró a la vida religiosa, Blanchard abandonó su isla natal para cumplir con su vocación católica en Curazao, en aquel entonces una rica colonia holandesa junto a la costa venezolana.

Luego regresó a su isla nativa, donde se ganó el apodo de "La Douchy" (dulzuras en criollo de las Antillas holandesas), el nombre de los dulces que ofrecía a los jóvenes para invitarles a compartir un recital evangélico o una parábola bíblica.

"Cuando regresó a Saint-Barth, ya pensionada, proponía bombones a los niños diciéndoles 'douchy, douchy' y el nombre le quedó", contó uno de sus sobrinos-nietos, Daniel Blanchard, ex alcalde de Saint Barthelemy.

Eugénie Blanchard se convirtió el 4 de mayo de 2010 en la decana de la humanidad, tras la muerte unos días antes de su 115º aniversario de la japonesa Kama Chinen, decana hasta entonces, según el Grupo de investigaciones en gerontología (GIG), una autoridad sobre la longevidad de los centenarios.

Según el GIG, el título de decana de la humanidad pasa ahora a una estadounidense de 114 años, Eunice Sanborn, residente en Texas.

Después de haber vivido durante mucho tiempo en una de las pequeñas casas típicas de la isla, Eugénie Blanchard residía desde hacía 30 años en el hospital de Bruyn, situado en las alturas de Gustavia, pequeño puerto y única comuna de Saint-Barthelemy.

"La persona que hoy nos deja fue una mujer que consagró su larga existencia a hacer el bien en torno a ella", declaró el presidente de la región Guadalupe, Victorin Lurel. (Reuter-DPA)