calles y próceres (I)
Dada la reacción de incredulidad e indignación que provocó a concejales de la oposición de la capital, el anuncio del intendente de proponer que un tramo de la avenida Roca se denomine avenida Néstor Kirchner. Motiva mi siguiente reflexión: de ningún modo debe interpretarse una falta de respecto al prócer Julio Argentino Roca pretender rebautizar un tramo de esta avenida. En otros tiempos, esa avenida sufrió cambio de nombres, en diferentes tramos. LA GACETA, en su publicación del domingo 31 pasado, nos informó que cuando se denominó "Boulevard Roca" a dicha arteria, por Decreto Municipal del 30 noviembre de 1888, el general Roca gozaba de buena salud, y se desempeñaba como senador nacional por Capital Federal. Estimo que los gobernantes municipales de esa época actuaron por reconocimiento a la labor del prócer en su responsabilidad de haber sido Presidente de la República, y no se trató de un acto de obsecuencia ni de simple partidismo. La avenida Roca sufrió dos mutilaciones en distintas épocas, ni la sociedad tucumana ni las autoridades municipales consideraron una "felonía" cambiar el nombre de la avenida que honra la memoria de este ilustre tucumano. En 1931, al tramo Este, que da al poniente se la bautizó "avenida PedroMiguel Aráoz". Luego en 1957, a la prolongación que da al Oeste, desde la avenida Alem hasta el acceso a la ciudad por el poniente, se la denominó avenida Mario Bravo, y después quedó sin efecto. Vale decir que si en otros tiempos se pudo, no sé por qué ahora se objete que se le rinda un merecido homenaje a este gran presidente Néstor Carlos Kirchner.
Federico García Galeano
Av. Belgrano 2.715
S.M. de Tucumán
calles y próceres (II)
El intendente de nuestra ciudad, en alarde de obsecuencia con el gobierno nacional, ha impuesto al Concejo Deliberante que el tramo de avenida Roca hacia el Oeste de su cruce con avenida Alem lleve el nombre del ex presidente Kirchner. Esta orden del intendente al cuerpo deliberativo de los vecinos de la ciudad está alejada de toda norma legal y del mínimo decoro y respecto por los bienes comunales y el honor que debemos a nuestros próceres. No puede imponerse con la prontitud que pide el intendente el nombre de un espacio público cuando ni siquiera la historia ha juzgado el mérito del homenajeado, sabiendo para peor que de haber un magistrado independiente y valiente hubiera llevado al ex presidente a juzgamiento de muchas acciones incompatibles con los cargos públicos que ha desempeñado. Podría llevar el nombre del muerto después de largo tiempo si se inaugurara alguna nueva avenida, calle, plaza, pero está vedado reemplazar nombres en el municipio. Más grave aún es haber hecho pasar al olvido la ordenanza que se dictó hace más de 50 años por la que se dispuso que esa parte de la avenida, cuando fue abierta y pavimentada, llevara el nombre de Mario Bravo. Así fue hasta el gobierno de facto de 1966 que lo suprimió, lo mismo que el tramo de avenida Salta desde Sarmiento al Norte que llevaba el nombre de Lisandro de la Torre. Mario Bravo, nacido en La Cocha en 1882, fue senador nacional por el Partido Socialista y autor entre otras, de la Ley 11.357 que otorgó los derechos civiles a la mujer en 1926. Abogado y poeta, fue el orador más brillante del parlamento argentino, de quien Ramón Columba en su magnífica obra "El Congreso que yo he visto", dijo: "En el ágora de la vieja Atenas, Mario Bravo habría alcanzado la estatura de un clásico". Su novela: "En el surco" describió como ningún texto las penurias por las que atravesaba el obrero azucarero, denunciando al monocultivo retrógrado y lográndose sancionar así las leyes que protegían al trabajo de las mujeres y los niños. No alcanzarían páginas de esta columna para describir los méritos incontrastables de Mario Bravo para que la continuación de la avenida Roca lleve su nombre. Por ello es aún más desatinado el proyecto del intendente, quien, si desea obsequiar un homenaje a su jefe político podría disponerlo de su propio peculio, sin agraviar la memoria de Roca y Bravo. Reponer los nombres de Mario Bravo y de Lisandro de la Torre a las prolongaciones de esas avenidas de la ciudad sí sería un acto de verdadera justicia, cumpliendo la vieja ordenanza, juzgados ya por el paso del tiempo como los hombres de intachable integridad moral, logros mensurables en pos del progreso social y patriotas libres de todo interés personal.
Víctor J. Chocobar
Salta 449 (1ro. "D")
S.M. de Tucumán
calles y próceres (III)
Es curioso que, cuando se trata de arrebatarle un trozo de avenida al general Roca, haya quienes hablen de sus "pergaminos", cuando no fue más que un genocida, el más notorio exterminador de los pueblos originarios. Y si se trata de pergaminos mal habidos, habría que revisar los numerosos honores tributados a Rivadavia, cuyo nombre llevan calles, escuelas y pueblos. Defensor a ultranza de los privilegios del puerto y de Inglaterra, saboteó los esfuerzos de San Martín por consolidar la independencia americana, intentó utilizar las tropas patriotas para aplastar a sus rivales internos y luego tramó el arresto del indiscutido prócer argentino, quien se negó a derramar la sangre de compatriotas. El padre de la Patria debió exiliarse para evitar esa humillación, que hoy sería la peor mancha de nuestra historia. Fue Rivadavia además el primer entregador del patrimonio nacional, al pactar en 1822 un préstamo inglés por un millón de libras, de las que recibimos en efectivo poco más de medio millón, y terminamos pagando 23 millones en intereses, cuando se saldó la deuda, en 1904. Deberíamos terminar de rendir honores a estos y otros falsos próceres, y comenzar a llamar a nuestras calles e instituciones con el nombre de nuestros numerosos científicos, artistas y escritores.
Juan Gabriel González
nuevosiglo1@gmail.com
calles y próceres (IV)
El Concejo Deliberante de nuestra ciudad está por rebautizar la avenida Roca con Néstor Kirchner. A decir verdad, la iniciativa no llama la atención viniendo de quienes viene, ya que pareciera que en dicho cuerpo las ideas no son impulsadas por el razonamiento ni la lógica apuntadas al bien común sino por intereses mezquinos que tienen como fin ambiciones personales ¿Tendrán idea los concejales quién fue Julio A. Roca? ¿Sabrán que fue dos veces presidente, manejando el destino de nuestro país por más de 30 años y que su gobierno significó el progreso de la Argentina? Es obvio que lo ignoran totalmente, porque, de haberlo sabido, no hubiesen cometido la aberración de cambiar el nombre de este reconocido prócer por el del ex presidente cuyo gobierno fue controvertido. Espero que después de este importante gesto partidista, nuestro Concejo Deliberante se digne a tratar temas de mayor valor para la ciudadanía como ser el caos vehicular, la polución ambiental y la contaminación sonora de boliches bailables instalados en el casco urbano que impiden el descanso nocturno, entre otros temas.
Javier M. Critto
La Madrid Nº1666
S.M. De Tucumán
calles y próceres (V)
Esta absurda idea de renombrar la avenida Roca es una muestra más de cómo se hacen las cosas en nuestro país. Tengo entendido que hay normas que impiden este tipo de actitudes, ya que usurpar los logros de alguien con pasado transigente resulta fácil desde los escaños del poder de turno. No es ético, por simple sentido común. Ahora, lo bueno es que se desprende también de esta normativa una suerte de estimulación para realizar nuevos espacios públicos y entonces homenajear a quien se considera merecedor de ello. Una reflexión: hubo gente como el doctor René Favaloro, de trascendencia internacional, que hizo mucho por el mundo, salvando millones de vidas con sus técnicas cardiológicas, y no vi que el señor homenajeado, ni a los señores intendentes, antes ni durante, ni después del poder, se hayan acordado de rendir homenaje a su obra de vida; casualidad que el señor homenajeado justo sufrió de esa dolencia.
Jorge Marcelo Huaier
jmh_6644@hotmail.com
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