BUENOS AIRES.- Agrupaciones políticas de izquierda y sectores sindicales, sociales y estudiantiles marcharon hasta la Plaza de Mayo para pedir por el esclarecimiento del asesinato de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero (PO), cuyo deceso se produjo el miércoles en las cercanías de las vías del tren Roca. La movilización se desplazó por la Avenida Corrientes y luego por la Diagonal Norte hasta culminar en el paseo público. Al iniciarse la marcha, en Callao y Corrientes, un reducido grupo de militantes se tomó a golpes de puño y hubo algunos empujones, aunque el incidente terminó rápidamente.

La convocatoria fue realizada por la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en el marco de una jornada de paro nacional. En la plaza, la conducción del PO pidió al Gobierno que en las próximas horas reciba a una delegación de las organizaciones y el esclarecimiento del hecho. Los manifestantes finalmente se reunieron con el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, en tanto el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, hizo lo propio.

Desde las 11, trabajadores de las empresas que prestan servicios tercerizados en el Ferrocarril Roca (que el miércoles participaron de la protesta que terminó con el asesinato de Ferreyra) cortaron la avenida Pavón al 400 frente a la estación Avellaneda. Cerca de las 13, un grupo de manifestantes se movilizó para cortar las vías del tren y provocó que algunas formaciones quedaran varadas hasta las 14, cuando resolvieron levantar la protesta y avanzar hacia Callao y Corrientes y sumarse a la marcha.

En tanto, el titular de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza, declaró como testigo ante la fiscal Cristina Caamaño y dijo que no reconoció a ninguno de los agresores que fueron filmados. Sin embargo, dijo que al único que "aprecia que estuvo en la movilización" es el delegado Pablo Díaz. El sindicato mantuvo silencio ante las versiones que indican que ya se habría dado con el autor del disparo que provocó la muerte de Ferreyra. El gremio omitió referirse a las declaraciones de Diego Cardía, uno de los delegados de los ferroviarios tercerizados, quien señaló que "tenemos el nombre y se lo dimos al abogado. Es un tipo allegado de Díaz, la mano derecha de Pedraza en el Roca y encargado de los talleres de Remedios de Escalada".

Por su parte, la militante del PO, Elsa Rodríguez (56), permanecía internada "con riesgo de vida" y "pronóstico reservado", al tiempo que Nelson Aguirre, el otro herido de bala, fue dado de alta. Justamente, dijo que puede identificar a quien les disparó.

Una muerte "buscada"
La presidenta, Cristina Kirchner, rechazó que el Gobierno tenga responsabilidad en la muerte y afirmó que "algunos estaban buscando desde hace tiempo un muerto" en el marco de las protestas sociales. Además, Cristina defendió la política de no reprimir "las manifestaciones políticas o sociales". "Que busquen algún otro argumento para criticarnos", les recomendó a quienes vinculan a la Rosada con los incidentes. (NA-DyN)