Sara Facio ha fotografiado a algunos de los personajes más importantes de la cultura argentina y del mundo. Y no oculta su orgullo porque entre ellos se encuentren cinco premios Nobel, como Pablo Neruda, Miguel Angel Asturias, Gabriel García Márquez, Octavio Paz y Mario Vargas Llosa. "Leía sus libros y los elegí porque gozaba con sus obras", le explica a LA GACETA al hablar de la serie "Foto de escritor", que se inauguró ayer en el Centro Cultural Virla, en el marco de la Bienal de Fotografía Documental.

"Lo esencial de la fotografía es captar un instante, por eso creo que si los hago posar se pierde la pureza de la fotografía", reflexiona al hablar de su trabajo, al tiempo que le cuenta al periodista que a todos los escritores los fotografió mientras hablaba con ellos, y sin que casi se dieran cuenta. "Se distraían con la charla y aprovechaba para hacer mi trabajo", contó.

Considerada como una de las pioneras de la fotografía de autor, Facio indica que parte de un argumento o una temática que elabora un discurso y que saca las fotos sin hacer posar a sus personajes. "Me gusta la fotografía directa, sin arreglos y sin manipulación". Y en ese sentido, aclara: "si tuviera que construir un escenario, tener un vestuarista o un maquillador, para eso me dedicaría al cine".

Cuando se le pregunta sobre la tecnología, asegura que lejos de rechazarla, se trata de saberla usar. "No es fácil, no es cuestión de apretar un botón; hay una técnica y un conocimiento, porque si no encontramos fotografías que son tomadas con y por una máquina y no por el fotógrafo, y entonces se pierde el punto de vista, la mirada del fotógrafo".

Su anécdota más satisfactoria fue cuando retrató a Pablo Neruda, pero el escritor no quería que lo hiciera con su casa y su mundo. Pero luego de ver las imágenes cambió de opinión, y la invitó: se pasó un mes en Isla Negra retratándolo con sus amigos y familias.

Cuando se le pregunta sobre sus trabajos difíciles, recordó que el ajedrecista Bobby Fischer casi le pega y le tiró una ropa para evitar ser fotografiado. También comenta que Alejo Carpentier le quiso imponer que en su libro de fotografía no aparecieran escritores de derecha.

Facio dirige actualmente la colección de fotografía (con 1000 obras) del Museo Nacional de Bellas Artes, así como la editorial La Azotea.