El llamado "caso Padilla" marcó el principio del desencanto de los intelectuales cubanos y provocó la división entre partidarios y defensores de Castro. Corría el año 68 y los intelectuales comenzaban a criticar de un modo tibio el cariz que tomaba la revolución. El chivo expiatorio fue Heberto Padilla, poeta y revolucionario de la primera hora que fue encarcelado por criticar el régimen castrista.

En 1971 Vargas Llosa encabezó el distanciamiento de la intelectualidad izquierdista latinoamericana del régimen de Fidel Castro junto a Julio Cortázar, Simone de Beauvoir, Margarite Duras, Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Alberto Moravia, Octavio Paz, Juan Rulfo, Jean-Paul Sartre, Susan Sontag, Federico Fellini y muchos otros. Pronto, la Seguridad del Estado liberaría al Padilla, que moriría en 2000 en su exilio estadounidense. (Especial)