GUAYMALLEN, Mendoza.- La bala iba directo al corazón, pero una botella amiga le salvó la vida. Ahora, es improbable que el joven, de 25 años, abandone la costumbre de llevar el fernet en la campera.
El joven hacía los aprestos para pasar la noche del sábado en la ciudad mendocina de Guaymallén. Previsor, había comprado una botella de fernet y la guardó dentro de la campera. De repente apareció un encapuchado que, sin motivo aparente, comenzó a realizar disparos con una pistola, según publicó el diario Crónica.
Una de las balas iba a impactar en el corazón, pero se desvío al hacer contacto con la botella, por lo que el joven sufrió una herida leve en el pulmón. En el Hospital Central de la ciudad lo sometieron a una cirugía y ahora está fuera de peligro. (Especial)