Acostumbrarse a convivir con los derrames de agua potable y de líquidos cloacales, hasta que se haga la reconversión de las redes, fue el mensaje que envió a los vecinos de la ciudad el presidente de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), Alfredo Calvo. Durante una entrevista con LA GACETA, el funcionario responsabilizó al gran desarrollo de la construcción por la rotura de las cañerías. Uno de los técnicos de la empresa, Augusto Guraiib, dijo que sólo un 10% de las pérdidas cloacales se debe a que la red está obsoleta. "El 90% de los daños responde al mal uso. Tenemos problemas con las obras de pavimentación y de edificación, que usan en muchos casos los colectores para hacer la limpieza y llenan de ripio las cañerías", precisó Guraiib. Calvo destacó que en seis años no se pueden arreglar las consecuencias de 40 años de desinversión.