"En Tucumán, al lado de una casa hermosa, de valor patrimonial, pueden construir un edificio de diez pisos que no tiene nada que ver. No interesa lo que está desde antes, lo nuevo no se integra. Hay falta de respeto por el patrimonio. Cada paso que se va haciendo es un paso en la historia de cada uno, que no hay que perderlo porque si uno lo borra es una parte de identidad que se va borrando." Con esa claridad de conceptos se expresa Tatiana Cavallín (20), cuyo proyecto ganó el primer premio en el Foro Mundial Unesco sobre patrimonio cultural desde una perspectiva joven.

Red juvenil
Tatiana se enteró por internet de la convocatoria, y por esa vía se inscribió y envió su proyecto, denominado "Formador de formadores en patrimonio cultural". "Consiste en convocar a un joven por cada comunidad y por municipio. Estos participarían durante cinco días a modo de jornadas-taller en los que convivirían, desarrollarían actividades culturales tales como visitas a museos, conferencias y debates entre ellos, charlas de especialistas a fin de que formen su propio concepto patrimonial a partir de esas vivencias. Esto haría que estos jóvenes tomaran un nuevo punto de vista sobre el patrimonio, y se creara conciencia de valorización. De ese modo se establecería una red juvenil por el patrimonio local", explica.

Del foro participaron 45 jóvenes de entre 18 y 24 años, de 18 países latinoamericanos, que presentaron 450 proyectos bajo la consigna "Educación y concientización patrimonial en los jóvenes". Se eligieron tres finalistas y se elaboró un documento patrimonial juvenil para ser presentado en el Foro Mundial Unesco, que se llevó a cabo el domingo pasado en Brasilia. "Durante 10 días elaboramos todo el material a partir de la visita a sitios patrimoniales: Cataratas-Foz de Iguazú, Ruinas jesuíticas San Ignacio Miní (argentinas) y San Miguel (brasileñas) Goiás y, por último, Brasilia. En ese tiempo asistimos a talleres, conferencias y debates a cargo de expertos en patrimonio", relata.

"Tiene que llevarse a cabo", responde con firmeza sobre las probabilidades de desarrollo.

"El premio es por valor de 750 dólares, una ayuda para la realización del proyecto. Hice contactos con entidades interesadas en auspiciarlo y ahora, con más razón, seguiré golpeando puertas", asevera, y no deja dudas de que está superando precozmente la etapa de joven promesa.